CENTELLEA

Centellea se aburre a su pesar

pues ella ya no quiere en el firmamento estar

hace siglos que alguien en forma imperiosa le ordenó

permanecer estática cual rutilante anuncio de neón.

Y piensa, que para ser símil de faro en lejanía

más le valdría haber permanecido en lozanía

que para a los enamorados tal vez ella inspirar

con un meteoro en eclosión sin duda ella más gozaría.

Ella no puede en el manto celeste danzar

sin remedio su combustión interna hoy la hace bufar

si ella entre las pulsares era un diva tan digna de admirar

si sigue así este cuento su hidrógeno y su helio van a desperdiciar.

Ni las enanas blancas, ni las enanas rojas le pueden igualar

le aburren su hermanas compuestas de neutrones 
ni los hoyos negros la suelen inspirar 
por ello ella ha posado su lánguida mirada en seres de la tierra 
y les envidia todo, paisajes ríos y mares e incluso el caminar.

Mas su definiciones la tienen compungida…

ella no es una esfera aislada en el espacio 
y menos con mil gases a punto de explotar.

¿A donde su figura de cinco astas hermosas? 
solo los buenos artistas la pueden esbozar,

si no viven millones de años tal vez 
no sean tan sabios y apenas van de ida.

Centellea observa arrobada su imagen reflejada en el mar

y como quisiera el extraño y bello paraje de una vez habitar

se crea mil historia y sueña con día quizás 
con algas poder bailar un vals, pisar la arena suave, 
jugar con el coral, sentir la espuma fresca sería un gran solaz.

No quiere ser Centauro, Capella o Betelgeuse, 
ni Antares la subyuga para en el cielo estar

no importa que la admiren miles de telescopios 
y sueña ser Star de otra constelación

sus brillos clarifican su tierna ensoñación 
y cada día que pasa sueña con Poseidón

oníricos bailables se arman en procesión 
con miles de delfines y seres de la mar.

Algo de pronto pasa y Centellea desciende 
y cae plácidamente por fin en alta mar

morfología cambiante en su aventura vive 
y danza y se sonríe cual mítica sirena,

ahora es lo que quiere lo que siempre ha soñado, 
y baila desbocada ¡tiene tanto que dar!

no sabe que muy alto alguien ya decidió 
por fin mandar al mundo a la estrella de mar.

Centellea, centelle estrellita, twinkle, twinkle little star,

centellea, centellea estrellita entre las profundidades de tu adorado mar.

Para Cynthia una mujer que sabe ser niña.

Yolanda

30 de abril del 2008