Yo no te conocí por accidente
parecía una tarea asignada
un requisito más a cumplir
pero el encuentro inminente
tenia dictado, trazo y firma celeste.
Aunque cuidé las variables
y junté requerimientos
en un calidoscopio cambiante
tu imagen se repetía
en todos mis movimientos.
Yo conocí a un Señor Punto
que olvidó poner su nombre
y fue ese hecho casual
el que atrajo mi atención.
Y se clavaron en mis ojos en ese preciso punto.
No comprendí en ese instante
que no importaba tu nombre,
que no importaba tu nombre,
tuvieras el que tuvieras
el destino estaba ahí
y tu serías para mi.
y tu serías para mi.
Nos hablamos muy prudentes
todos parsimoniosos
y sin tener la conciencia
en lo que se convertiría
nuestra preciosa amistad.
y sin tener la conciencia
en lo que se convertiría
nuestra preciosa amistad.
Una noche en gran desvelo
yo te narré mi pesar,
tú me tendiste la mano
y borraste para siempre,
todo mi amargo penar.
Lloramos como los nenes
y hasta al mismo San Antonio
como cómplice bendito
se convirtió en artificio
y provocó nuestras risas.
Cada cosa a nuestro paso
iba tejiendo una red
y entre París y tequilas,
nos fuimos así envolviendo
con lacitos y nuditos imposibles de romper.
Fuimos tantas cosas juntos
esa noche sin igual
tú Rapunzel masculino
yo bailarina de canon
y los tobillos dañados nos volvieron dos mayates.
La mariposa era yo
y tu un legendario halcón;
tú me enseñaste a volar
subida entre tus alas
y no me importaba nada tener las alas rasgadas.
Y trascurrieron las noches
y yo sabiéndote amigo
te conté toda mi vida,
y tu la volviste tuya con tu dulcísima ayuda.
Así nació nuestro amor
Como lo hace la creación
sin que nos diéramos cuenta,
de pronto ya yo te amaba
y tu me amabas de pronto.
Y en una de esas noches
nos envolvió la ternura,
todo nos hizo vibrar
nos envolvió la ternura,
todo nos hizo vibrar
nuestras almas se encontraron
y juntaron nuestros cuerpos.
Las palabras se enredaron
no se si eran tuyas o mías
y otro lenguaje inventaron
nuestros cuerpos transportados
y juntos el uno al otro, creamos una elegía.
y otro lenguaje inventaron
nuestros cuerpos transportados
y juntos el uno al otro, creamos una elegía.
Por los amores pasados,
por lo que ya no vendría
entonces creamos juntos
una dulce alegoría,
con pasiones y gemidos y con ternuras prohibidas.
Y me volví Sherezade
y ante tus ojos vendados
con danzas y con mis manos
me desvestí poco a poco
y me fui dando de a poco hasta la entrega total.
y me fui dando de a poco hasta la entrega total.
Tu transformaste tu boca
en una copa divina
donde pude yo libar
mil mieles y un gran derroche
del elixir de mi vida.
Tus manos me transformaron
en estatua de alabastro
sin grietas y sin fisuras
te di mi cuerpo desnudo
te di mi cuerpo desnudo
y tu me brindaste el tuyo.
Hoy soy tu hogar y tu nido
y tu patria hecha mujer
tu eres toda mi pasión mi dueño, mi amante y todo,
mi mar que viene y me empuja
y me convierte en la ola que desvanece en tu piel.
Para Toni de Yoli
No hay comentarios:
Publicar un comentario