En un gótico castillo,
entre ojivas purpurinas,
danza la bella Solsticio,
con las luces de la aurora.
Ella piensa que este tiempo,
se parece a la edad media
y pretende componerlo,
con sus góticas ideas.
Las princesas de rosita,
o de tonos muy celestes,
le causan escalofríos,
con sus colores pasteles.
Prefiere los accesorios,
que parezcan victorianos,
le agrada vestirse en grises
y matices de violeta.
No es una “Gothic Lolita”,
ni nada que se parezca,
si tiene cultura “underground”,
ya la vamos a explicar.
Resulta que la princesa,
un buen día se encontró,
siete gatitos muy negros,
en sótanos de su hogar.
Cada día bajó con ellos
y con una capa negra,
los fue envolviendo uno a uno,
para llevarlos con ella.
Les cantaba y les danzaba
y solo le acompañaban,
un cúmulo de canciones,
en su ipod resguardadas.
En el reino se pensaban,
que era “super gothic rocker”,
con un toque de “post punk”,
y algo de diva del “darker”.
Más la princesa Solticio,
no quiere ser una estrella,
pues ella intenta salvar,
del oscurantismo el mundo.
Por ello viste de “dark”,
y en la oscuridad navega,
para que lleguen las luces,
que solo da el intelecto.
Y así estudia la chiquita,
sobre física o las ciencias
y jugando con la alquimia,
acurruca a sus gatitos.
Ella sabe que los gatos,
saben ser buenos amigos,
porque nunca hacen preguntas,
ni tampoco te critican.
Yolanda de la Colina Flores
16 de enero del 2012
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