Estas princesas señores,
compiten con inventores,
pues les encanta inventar,
un buen ciclo de motores.
Todo lo que gire a un tiempo,
las mantiene embelesadas,
por ello inventan relojes,
de mil formas y engranajes.
Cada una se ha creado,
su medio de transportarse,
una con un monociclo
y en bicicleta la otra.
Y se pasean por el reino,
soñando con inventar,
el más hermoso triciclo,
para algo que está al llegar.
Muy pronto en ese castillo,
vendrá un nuevo principito,
para esa bella ocasión,
hay que esperar nueve meses.
Monocycle es la princesa,
que navega en una rueda
y se divierte pensando,
en su adorado hermanito.
Bycycle que va en dos ruedas,
también piensa en el chiquito
y en los colores que debe,
tener su lindo triciclo.
Cuando llegue el principito,
que por supuesto es Threecycle,
andarán por todo el reino,
entre ruedas navegando.
Esperando que relojes,
cumplan y cumplan los ciclos,
para que pasado el tiempo
traigan un nuevo hermanito.
Porque quieren fabricar,
artefactos de diez ruedas
y aún les queda esperar,
a otros siete hermanitos.
Y así poderse pasear,
por los jardines del reino,
desplazarse con las ruedas,
jugando hasta el infinito.
Sabrán esperar el tiempo,
que es necesario para ello
y elaborarán mil relojes,
con poleas y engranajes.
Cuando lleguen los hermanos,
será en el tiempo preciso,
se saben muy bien el dicho,
que no queda en entredicho:
Aunque la espera sea larga,
para el tiempo nunca es tarde,
ni larga será la espera,
si el bien por siempre te llega.
Yolanda de la Colina Flores
22 de enero del 2012
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