Viven
en río o en estanques,
mares,
lagos, manantiales,
en
océanos o lagunas,
pozos,
fuentes o cascadas.
Se
entremezclan con las aguas,
ése
es su dulce hábitat,
y
las cubre con su manto,
el
rocío matinal.
En
cuanto alguien las conoce,
las
quiere rebautizar,
mas
las aguas les han dado,
el
nombre que portarán.
Unos
las llaman nereidas,
ninfas,
oceánidas, náyades,
también
les dicen sirenas,
aunque
algunas tengan pies.
Sobre
ellas se han escrito,
cuentos,
poemas, novelas,
y
hay cientos de enciclopedias,
que
nos cuentan sus periplos.
Ellas
se ríen de los nombres,
que
les han dado los hombres,
pues
su nombre verdadero,
es
su más caro secreto.
Hay
algunos que son raros,
difíciles
de pronunciar,
más
si lo intentas seguro,
se
que te divertirás.
Aquí
vienen sus historias,
y
ten cuidado al mirar,
pues
al batir sus alitas,
te
pueden muy bien mojar.
Estas haditas princesas
viven
en algún lugar,
y
nuestras bellas abuelas,
lo
han nombrando Fairyland.
Y
si Fairy es una hada,
y Land indica un lugar,
listillas
son las abuelas,
al
llamarle Fairyland.
Y
hoy tenemos por escrito,
lo
que antaño ellas contaban,
y
hoy yo te lo cuento aquí,
ayudada
por las hadas.
Las hadas con sus alitas
seguro
te harán reír,
pues
te hacen cosquillitas,
muy
cerca de tu nariz.
Por
que lo dijo mi abuela,
y
hoy lo quiero repetir:
"Que
a las hadas encantadas
les
gusta verte reír".
Yolanda de la Colina Flores
10
de octubre del 2012
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