Las envuelven los relatos
las
leyendas y alegatos,
que
nos cuentan sus historias
siempre
bañadas de gloria.
Su
hábitat es tierra firme,
en las rocas y en los bosques,
en
castillos solitarios,
o
en colinas y raíces.
También
por ahí nos dicen,
que
habitan en cementerios,
evitando
así que avisten
su
presencia y sus destellos.
Hay
unas que knorckers se llaman,
que
viven en minas de Europa,
entre
yacimientos y vetas
pequeñas
cual joyas preciosas.
Son
dark elfs en Escocia
o
las gnommes de la Francia,
coblynao
son en Gales,
y
achachilla en Bolivia.
Son
driádes para los griegos,
o
barihuas en Malasia,
pixies
son para los celtas,
forest
wife en Escandinavia.
Centenarias
sus leyendas,
más
pocos sabemos de ellas,
ya
sean mito o realidad,
cercanas
siempre han de estar.
Y
nos cuentan las abuelas
que
no cualquiera las ve,
quien
conserva la inocencia
o
un corazón de niño posee.
Yo
te cuento las historias
de
las treinta que encontré,
si
conoces alguna otra
te
pido me lo hagas saber.
Pues
bello mostrar al mundo
lo
que oculto suele estar,
y
que su alma de criatura
nunca
deben olvidar.
Yolanda de la Colina Flores
1
de mayo del 2013
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