Noticia
del día:
Han
rescatado una niña, aparentemente secuestrada por dos feroces osos, como los
integrantes de la banda no han solicitado rescate, han liberado a la nena y
ésta no ha querido presentar cargos éstos han sido de inmediato liberados.
Afortunadamente
para nuestra publicación hemos logrado entrevistar a los protagonistas de esta
noticia, ahora juzguen ustedes mismos, ¿qué es lo que realmente sucedió?
Versión
de la niña, alias Ricitos de oro:
No
se la verdad que pasó ni porqué arman tanto revuelo, mi amiga Mechitas de
ébano, me invitó a su casa, donde vive con su mamá, a comer, me dio la
dirección indicándome que quedaba exactamente en medio del bosque, que era una
pequeña cabaña de madera, con ventanas adornadas con cortinas de florecitas y
una enorme puerta de nogal que tenía una aldaba en forma de mano para tocar.
Resulta que la encontré tal como me dijo, al llegar toqué y nadie respondió a
mi llamado de pronto me percaté que la puerta estaba abierta y entré para luego
darme cuenta que la casa estaba completamente sola, la comida estaba servida en
la mesa, esperé un largo rato, tenía mucha hambre y me gruñía la tripita así
que no pude resistir más y me comí la sopa del plato pequeño, que seguro era
para mí por que de las tres que íbamos
ha comer yo soy la más pequeña. Después me entro una pereza y un cierto sopor así
que decidí hacer una siestecita mientras llegaba mi amiga y su madre. Busqué un
lugar donde hacerlo, para descubrir con placer que me habían preparado una
camita, seguro es que saben que siempre después de comer hago la siesta, ¡que
detalle!, todo era maravilloso, hasta que me despertaron tres osos que se
habían metido en la casa y yo salí corriendo despavorida a mi encuentro salió
la policía que mi madre había llamado, ¿sabe? es que se me olvidó avisarle que
me habían invitado a comer, y ahora que recuerdo, creo que la invitación era
para mañana, jeje.
Versión
de los secuestradores, alias, Papá oso, Mamá osa.
No,
no, y no, le digo que nosotros no secuestramos a esa delincuente, ella se metió
en nuestra casa con qué se yo qué maquiavélicos propósitos, no solo allanó
nuestro hogar, se comió toda la comida de nuestro hijo, anduvo deambulando por toda
la casa, creo que hasta se bebió alguna de nuestras bebidas, porque después de
hacer no sé que cosas, se puso a roncar sin decoro en una de nuestras camas. La
Mamá osa ratifico la versión del Papá oso.
Versión
de un testigo, alias osito.
Fue
algo bien divertido, yo quería ir al parque porque tenía muchos deseos de jugar
y quería evitar a toda costa comer la sopa de espinaca que había preparado
mamá, porque la verdad no me gusta, así que cuando salimos, dejé la puerta
abierta para ver si algún animal hambriento se comía la horrorosa sopa mientras
nosotros andábamos de paseo, ¡y así fue!, sólo que en lugar de un animal entró
a mi casa una pequeña hada y despareció mi comida, además se acostó en mi cama
y así no tuve que hacer la siesta que tanto detesto, ya dormimos mucho en el
invierno ¿no cree usted?; lástima que cuando entramos se asustó y salió volando
como flecha, supongo que es que a las hadas no les gusta que las vean. En fin
que yo estoy muy contento porque ya son las ocho y yo ¡no he tenido que comer
la sopa ni tampoco hacer la siesta! y vamos a cenar avena ¡que es lo que a mi
me encanta!
Yolanda
de la Colina Flore
7 de agosto del 2014
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