¿Quién se atreve en esta vida
a entregar el corazón
en el viaje sin medida
del devenir sin razón?
A ir haciendo malabares,
manejando en bicicleta
y mitigar los pesares,
que nos tocan en ruleta.
Sin los pies en el estribo
soltando a media el timón,
manteniendo el equilibrio
sin llevar ni un resbalón.
Manejar contra corriente,
y en el sentido correcto
y con ello hacer patente,
el dar sentido a lo opuesto.
Sólo hay un ser en la vida
con esta magia y encanto,
hada Cynduldirs querida,
que sana todo quebranto.
En sonriente viaje siempre,
es un hada que no miente
y decirlo es evidente
ella es un ángel patente.
Y digo esto sin sonrojos:
si quieres que el viaje luzca,
sólo hay que cerrar los ojos
y dejar que ella conduzca.
Yolanda de la Colina Flores
15 de noviembre del 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario