Capítulo 11
Las armonías
acurrucadas
-Hace ya mucho
tiempo-, empezó a contar Mam Zinnia, -cuando
el creador formó nuestro universo y todo estaba ya hecho, en cada una de sus
criaturas había infundido diferentes tipos de alientos, al hombre le dio el más
importante y significativo, la flora y la fauna recibimos otros diferentes y
así sucesivamente a todo ser, hasta los alientos especiales que pueden tener
los vientos, el fuego, las aguas y la tierra con toda su variedad de minerales.
En los
alientos que a cada uno nos dio, depositó una especie de mensaje y cada uno de
nosotros debemos replicarlo al universo, porque al entrar en conjunción todos
construyen un hermoso puzzle que es el mensaje de la creación.
Descubrir
estos mensajes individuales es muy difícil, y cada quien deberá tener momentos
de meditación consigo mismo para descubrirlo, la mejor manera de hacerlo es a
través de la música, aunque hay muchas otras, esto se debe a que dicho mensaje
es una melodía, compuesta de armonías las cuales se encuentran acurrucadas en
nuestra alma o corazón y hay que despertarles y sacarlas a flote.
Los ritmos que
para cantar las canciones de cuna salieron del interior de cada una de ustedes,
el creador os las ha dado para que las repliquéis al infinito en cualquier
jardín o lugar botánico que les haya tocado habitar, esta entrará en contacto
con los corazones de otros seres vivos que a la vez nos darán el suyo, es
importante descubrirlo, porque desgraciadamente todavía hay muchos seres que no
lo han hecho así y viven aislados y amargados, rumiando su propia
individualidad sin abrirse a los demás.
Cuando
llegamos al mundo, muchas de nuestras madres despiertan esas armonías de
nuestros corazones al cantarnos bellas nanas o canciones de cuna.
Yolanda de la
Colina Flores
Primavera del 2013
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