Capítulo 6
Los bostezos
de dos soles
Rosalinde empezó por comentarles lo que Madame Fleur Impériale Zinnia le había dicho en voz baja,
-chicas, debemos despertar al unísono a dos soles.-
-chicas, debemos despertar al unísono a dos soles.-
La pequeña Rommier preguntó -¿quieres decir a deux fleurs du soleil?-
No mi pequeña Rommier, debemos despertar a la principal Fleur du Solie y también al mismísimo astro rey, l'astre solaire,
¡Le Soleil!- Respondió Rosalinde.
¿Que dices?,
si El Sol día con día despierta y aunque ahora se vea poco sabemos que ahí está
con nosotros cada mañana- dijo a su vez Coqueticot d’Or.
-Ese es el
dilema, lo que pasa es que el sol está hipnotizado por el falso invierno, como
en un trance de hibernación como nosotros, de no ser así ya le hubiese
derretido y habría dado paso a la primavera, pero está en un lapso de
ensoñación placentera que le hace sentir cómodo y no ha abierto los ojos, solo
uno de ellos lo entreabre de vez en cuando y a través de sus pestañas pasan
algunos rayos de sol que son los que vemos ahora. El gran problema para
nosotras reside en que ambos, tanto la flor como el astro, despiertan con una
sola obra musical, la cual debemos interpretar y bailar, pero desconocemos cuál
es, así que debemos pensar cuál podría ser esa obra, no olvidéis que debe ser
susceptible de bailarla.- Comentó nuevamente Rosalinde.
Pasaron largas
horas pensando y de cuando en cuando alguna levantaba la mano para indicar un
nombre, lo analizaban y al final lo desechaban, había una flor que no había
abierto la boca para nada,
permanecía callada escuchando todo lo que las demás decían, de pronto su
cara se iluminó y escribió en un papel un nombre y se lo hizo llegar de mano en
mano a Rosalinde, esta abrió los ojos y
exclamó -creo que has dado en el clavo, ¡claro no podría ser otra! ¡Gracias Fleur
Mímulus!, a ver chicas que les parece esta obra: ¡Le
Sacre du printemps!- Todas aplaudieron y asentían
con su cabeza en señal de aprobación.
-Hagamos
recuento, somos varias voluntarias y cada una tiene un papel especial que
deberá representar al pié de la montaña, así que una a una iremos diciendo que
parte o acción le gustaría hacer y así veremos que cosas nos faltan- Puntualizó
Fuchsia Fenomenal.
Empecemos
entonces, por el orden en que estamos sentadas- Continuó Le Fleur Coqueticot
d’Or-:
Le Fleur
Marguerite, -yo pensaré como deben ser los trajes
para el ballet.-
Le Fleur de
Rommier, -yo enseñaré la coreografía.-
Le Fleur
Route Champs Doré, -yo afinaré todos los
instrumentos de cuerda.-
Le Fleur
Coqueticot d’Or, -yo afinaré todos las maderas.-
Le Fleur
Pivoine , -y yo los metales.-
Le Fleur
Pavot Sucke Miel, -a mi me encantaría afinar las
percusiones.-
Le Fleur
Bugamville. -yo narraré al principio de cada
parte el argumento.-
Le Fleur
Ceillet, -yo haré el papel de la hechicera.-
Le Fleur
Ancolie, -yo seré uno de los bailarines
adolescentes.-
Le Fleur
Herbe Rouge, -yo también.-
Le Fleur
Lilly Papillon, -y yo.-
Le Fleur
Fuchsia Fenomenal, -yo haré el papel de Yarilo.-
Le Fleur
d’Iris, -quisiera ser una de las vírgenes
bailarinas.-
Le Fleur
Boucle d’Orelle, -yo dirigiré la representación.-
Le Fleur
Tou Jours en Vie, -yo haré el papel del sabio.-
Le Fleur
Centauria Cyannus, -yo haré el papel de la virgen
sacrificada.-
Le Fleur
Pulchérrima, -yo también haré de virgen.-
Le Fleur
Syringa, -lo mismo digo.-
Le Fleur
Mimulus, -yo elaboraré el guión para que nadie se
despiste.-
Le Fleur
Iris Ilatien, -yo seré bailarín adolescente.-
Le Fleur
Bonet blue, -pues creo que yo también.-
Le Fleur
Iris Versicolore, -prefiero unirme a las
vírgenes.-
Le Fleur
Racine de Sucre, -yo dirigiré la
instrumentación.-
Le Fleur
Rose Rouge, -yo elaboraré las partituras.-
Y yo Le
Fluer Duchesse d'Orléans, haré el vestuario.-
-Bueno- dijo, Route
Champs Doré -están a sus disposición ahora los
instrumentos, que hemos traído del salón de Provence, por favor cada una
tome el que crea que sabe tocar mejor,- Uno a uno los instrumentos fueron
desapareciendo, los violines, violas violonchelos y contrabajos, el flautín,
las flautas, los oboes, el corno inglés, los clarinetes, fagots y contrafagots
hicieron lo mismo. También muy pronto adquirieron dueño las trompetas,
piccolos, trombones y tubas, la misma suerte corrieron los timbales, el bombo,
el tam-tam, el triángulo y la pandereta, solamente quedaban sin dueño, el güiro
y los crótalos.
Rosalinde dijo finalmente -Por lo que veo para nuestro propósito nos
faltan aún dos voluntarias y aunque son muy jóvenes y traviesas no me queda más
que recurrir a ellas, son Les
fleurs doubles o Les terribles jumeaux como he escuchado que les llaman sus hermanos, son mis queridas
sobrinas y he de ir por ellas cuanto antes, mientras tanto empiecen ustedes a
ensayar.
Una vez que
estuvieron con ellas las sobrinas de Rosalinde
las cuales resultaron un fiasco a la expectación de sus travesuras ya que
debido al tiempo estaban en un constante estado de aletargamiento y algunas
veces su tía les tuvo que dar un pequeño codazo para que no perdieran su
entrada en la obra musical, ya que constantemente pestañeaban, o cabeceaban.
Finalmente todo estaba dispuesto, tenían ya montado el espectáculo y lo hacían
bajo llave porque no querían que afuera nadie se enterase de ello.
Antes de
partir hacia la Montagne de Sainte Victoire, Rosalinde
les aclaró –Todas iremos y participaremos en
este evento, pero en la gran batalla final no todas podrán participar, después
de que le despertemos el sol poco a poco irá derritiendo el hielo, tardará en
hacerlo y nosotros debemos ayudarle a destruirlo y no todas pueden afrontarlo,
ahora que ya he visto vuestras aptitudes sé quienes pueden enfrentar esta
situación, así que cuando retornemos les diré cuales serán las flores que serán
reclutadas para la batalla.
Todas las flores llegaron a la falda de
la Montagne de Sainte Victoire cuando aún era
de madrugada, montaron la escenografía, que en este caso era muy necesaria ya
que todo estaba cubierto de nieve, poco a poco fueron tomando sus puestos y
empezó su actuación, era una representación de la Consagración de la primavera
un tanto peculiar porque estas graciosas ballerinas a la vez que representaban el grandioso ballet tocaban los
instrumentos que les correspondían lo cual no era muy fácil.
Casi había concluido el primer acto y
nada parecía estar pasando, al menos desde abajo eso parecía. Rosalinde comprendió que debía escalar la montaña y así allegarse hasta la
casa de Le Fleur du Solei y comprobar
personalmente lo que realmente pasaba.
Como ella tocaba uno de los violines su
ausencia no sería fácilmente detectada, se acercó a la parte más baja de la
montaña y vio que por ahí no sería fácil escalar. La parte menos riesgosa para
ella, era por desgracia la más
alta, así que no tuvo opción, lentamente de sus brazos y piernas empezaron a
emerger una especie de follaje en forma de enredaderas, poco a poco fue
escalando la montaña y aunque las filosas aristas de los riscos le laceraban el
cuerpo ella no cejó, siguió su ascenso hasta llegar a la meseta, recogió sus
enredaderas y se plantó frente a lo que ahora contemplaban sus ojos.
Dos soles, totalmente diferentes,
enfrascados en una serie de movimientos aparentemente en cámara lenta de unos
incipientes bostezos. El Astro Sol abría una rara y multiforme boca para volver
a cerrarla y trataba de entreabrir las dos líneas de fuego que parecían ser un
par de párpados cerrados, unas llamas iridiscentes emergían de ellos y Rosalinde casi podría afirmar que se trataba de unas largas y hermosas
pestañas. Por otro lado había una pequeña casa con las puertas abiertas de par
en par y desde afuera se alcanzaba a ver una hermosa habitación, con una regia
cama con dinteles de los cuales pendían gasas que ahora como por arte de magia
se retiraban dejando paso a la imagen de una preciosa Fleur du Solei que bostezaba y se estiraba repetidamente.
Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013
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