Para mi querido esposo
Mi sombra se ha prendado de tu sombra
y he buscado crear un sortilegio,
porque ella se escapa de mi cuerpo
y me manda a vagar sin su reflejo.
He intentado prenderla a mis pisadas,
hilvanando sus plantas a las mías,
mas la loca deshace mis puntadas,
y se escapa veloz a donde moras.
Y en secreto se encuentra con tu sombra,
en los muros, pilares y ventanas,
juntas buscan la luz y el sol radiante,
y destellos que propicien sus encuentros.
Al ocaso van creando sus caminos,
anhelando de la luna su cenit
y se lanzan incluso entre la gente,
a yacer reflejadas por los calles.
Nuestras sombras están enamoradas
y se anhelan cual nóveles amantes
y son ellas las que un su loco afán de amarse,
nos arrastran a encontrarnos por las tardes.
Yolanda de la Colina Flores
18 de septiembre del 2011
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