Capítulo 4
Los consejos
de una sabia
El murmullo de
la risa gélida no permitía a Rosalinde dormir,
tenía un sueño ya de por si ligero,
pero ahora parecía divagar en una especie de pesadillas continuadas, en
su mente iba a visitar a la familia Du Roi y
ya no le encontraba más, ¿había desaparecido para siempre?, ¿era su misión
encontrarles, despertarles y traerles de nuevo?, y si éste era el caso, ¿cómo
podría lograrlo?, que pasaba que no llegaba la primavera, sueños desolados
plagados de gélidos paisajes aparecían en sus sueños y de pronto una luz
emergió de entre ellos, acompañada de una rara y desconocida sinfonía, las notas
iban acompañadas de una canción, pero esta sólo repetía, en una forma que
parecía infinita, un nombre: Le Fleur
Impériale Zinnia.
Despertó
sobresaltada y con prisa tomó la pequeña agenda que su tía le había
proporcionado para cualquier emergencia y ¡ahí estaba!, Le Fleur Impériale
Zinnia…, pero no indicaba ningún teléfono, de
todas formas ya lo había comprobado con anterioridad y la línea telefónica no
funcionaba, solo podía leerse una
dirección Rue des parfums numéro neuf, Jardin des Plantes de Grasse. Repitió las acciones del día anterior y aunque aún era madrugada salió
de su casa, dispuesta a encontrar a la desconocida fleur impériale. No sabía cuanto había caminado, ni en tiempo ni en distancia,
por lo menos ahora llevaba una brújula que le permitía orientarse y sabía que
iba en la dirección correcta, pero con tanta nieve por doquier no sabía si
podría identificar la calle y el número que buscaba. Sabía que su especie tenía
gran resistencia a las heladas y aunque iba perfectamente abrigada, le dolían
los dedos de las manos y los de los pies casi podía decir que ya no los sentía.
Sus mejillas habían rebasado el clásico bronceado del sol, los reflejos que
sobre la nieve este provocaba le había producido el nacimiento de pequeñas y casi
imperceptibles laceraciones a su rostro, que aunque no se veían se sentían y
dolían, ¡vaya si dolían!
De pronto
cuando ya se sentía desfallecer a lo lejos divisó una pequeña estela de humo
como emergiendo de una lejana chimenea, sonrió y aunque estaba desfallecida,
adquirió nuevo vigor y aceleró el paso, llegó hasta una casa, casi cubierta por
completo por la nieve de la cual solo se visualizaba una hermosa puerta verde
de madera bruñida, se acercó y al pararse frente a ella para tocar, ésta de
repente se abrió de forma automática, de su interior escuchó una voz que le
decía:-Adelante te estaba esperando.-
Cuando entró las primeras palabras que
le recibieron fueron: -Bienvenue jeune guerrier - Rosalinde no pudo menos que
hacer un gesto de extrañeza pero la dama que decía estas palabras no hacía más
que inspirarle paz y una inusitada confianza. Tenía ante si una flor que
parecía compuesta de varias flores una hermosa corola naranja adornaba su
cabeza de la cual pendían hermosos pistilos dorados y entre los pétalos asomaba
un rostro tierno y suave con una inconmensurable sonrisa que daba tranquilidad
a su alma.
Como ya sabrás
soy Madame Le Fleur Impériale Zinnia, y hace
tiempo que esperaba tu llegada, tengo el placer de decirte que seré tu guía en esta encomienda que te
ha legado tu familia, es una historia que yo sé te interesará saber y que
seguramente eliminará muchas de las dudas que ahora tienes. Tenía todo
dispuesto para una buena cena y Rosalinde no
se negó a aceptar su invitación, durante ese lapso de tiempo no se dijeron nada
simplemente intercambiaron sonrisas y dulces miradas.
Una vez que
concluyeron, frente a una tacita de té la anfitriona comentó a su
invitada: Es tiempo de disipar
dudas mon cher ami y no pienso mantenerte por
más tiempo en esta incertidumbre, como sabrás tu familia pertenece a una raza
de rosas muy especial, tienen muchos atributos, pero entre ellos está el de
soportar muy bajas temperaturas y el sobrevivir a grandes heladas, pues hace
mucho tiempo, tu arrière-arrière grand-mère,
cuando era muy joven, se atrevió a retar al invierno a permanecer sin hibernar
hasta que apareciese de nuevo la primavera, ya había probado que podía hacerlo
venciendo al otoño y su arrogancia le llevó a probarlo con el duro
invierno, éste aceptó el reto y
parecía haber vencido pues tu arrière-arrière grand-mère; estaba tan desfallecida que bien podría pasar por muerta, pero
no fue así. Cuando llegó la primavera y la pusieron en su cajita transparente
para ponerla al centro del jardín a fin de que todos se despidieran de ella, de
pronto poco a poco fue tomando color y volvió a reverdecer y a tener nuevos
botones.
Todo habría
acabado ahí, si tu arrière-arrière grand-mère,
se hubiera enfrentado al verdadero invierno, pero en realidad se enfrentó a uno
totalmente falso, era un espíritu emanado de una borrasca siberiana, generado
por un mal estornudo del viento, al verse con vida, se apartó de su creador y
ha querido dominar al mundo por cuenta propia, alterando el orden natural y
tratando de sacar de sus casillas a las almas más férreas y encantadoras,
llevándolas a enlazarse en una serie de contiendas de las que muy pocos
sobreviven. Cuando el falso invierno se vio vencido trató de arremeter contra
ella y aniquilarla de un vez, pero la primavera ya estaba instaurada y todas
las estaciones por largo tiempo lo mantuvieron alejando no permitiéndole la
entrada. Desgraciadamente debido a los abusos del hombre en la tierra, hay
huecos en la capa de ozono que cubre nuestra amada tierra, el deterioro de
nuestro gran depurador del aire y filtro de los rayos ultravioleta, ha
provocado cambios climáticos y entre estas perturbaciones justo entre la salida
del invierno y la entrada de la primavera se ha colado esta criatura y no ha
habido manera de alejarla, ni mucho menos extinguirla.
Cuenta la
leyenda que narraba tu arrière-arrière grand-mère, que el falso invierno prometió volver e instaurarse para siempre
y destruir a todas las de su especie y a todo ser que se le pareciera, ella
lloró y lloró suplicando al cielo y la tierra le perdonase la soberbia que les
había llevado a tal situación, sus ruegos parecían imposibles de complacer, sin
embargo la madre tierra y el padre cielo se compadecieron de ella y le dijeron
que dentro de su familia nacería una,
,petit guerrier, la cual tendría la capacidad de enfrentarse al falso invierno, pero la tarea no sería fácil, tendría que deponer su orgullo característico que genéticamente poseía, volverse humilde y aprender a valorar lo que los otros poseen, entender como podrían utilizarse esos atributos y realizar con ellos una estrategia para combatir y al fin derrotar al falso invierno. Me temo ma chère Rosalinde que tú eres esa petit guerrier.
,petit guerrier, la cual tendría la capacidad de enfrentarse al falso invierno, pero la tarea no sería fácil, tendría que deponer su orgullo característico que genéticamente poseía, volverse humilde y aprender a valorar lo que los otros poseen, entender como podrían utilizarse esos atributos y realizar con ellos una estrategia para combatir y al fin derrotar al falso invierno. Me temo ma chère Rosalinde que tú eres esa petit guerrier.
Rosalinde se quedó perpleja como en un estado de trance, mientras Madame
Fleur Impériale Zinnia, se adentró en sus
habitaciones y al poco rato regresó ataviada en una forma muy similar a Rosalinde, finalmente, sacando a Rosalinde
de sus pensamientos, le dijo, vamos chica el tiempo apremia, antes que se
desvanezca el sol debo indicarte hacia donde deberás dirigirte antes de iniciar
tu lucha final, una vez te lo haya señalado, regresaremos y te indicaré la
forma en que deberán tú y tus compañeras librar esa batalla, Rosalinde hizo una cara de extrañeza, pero Madame Fleur Impériale Zinnia, disipó de su mente cualquier pregunta, poniendo un dedo sobre
sus labios y luego indicándole la salida. El sol ya se estaba poniendo y se
distinguía poco en aquel paraje tan sombrío, sin embargo el dedo de Madame
Fleur Impériale Zinnia señalaba un lugar sobre
una alta montaña de donde emergía un pequeño haz de luz, ella le indicó con
suaves palabras: -Esa es la Montagne de Sainte Victoire y de donde emana esa luz es la casa de Le Fleur du Solei, a quien debes buscar y despertar, pues es ella quien te dará una
de las armas más poderosas para combatir el falso invierno, pero no solo a ella
tendrás que despertar; y ahora acércate que lo que ahora te tengo que decir,
debo hacerlo en voz muy baja para que sólo tú lo escuches y aquí afuera hay
muchos oídos- después de un largo rato de cuchichearle una serie de
instrucciones continuó, -Ahora entremos que me estoy empezando a sentir mal, yo
no tengo tu resistencia.-
Entraron de
nuevo a su casa y ahí cubierta por un montón de edredones Madame Fleur
Impériale Zinnia continuó, sé que te costará
llegar hasta la cima de esa montaña, pero sé que lo lograrás, lo importante
aquí es que hasta sus faldas deberás ir acompañada de cuantas compañeras puedas
conseguir, y esto no es lo difícil ya que para llevarlas contigo, primero
deberás despertarlas, convencerlas y al final deberás disuadirlas de que
combatan contigo, sin ninguna prenda que no sea de vuestra naturaleza, lo que
quiero decir con ello es que deberán combatir al malandrín sin ningún tipo de
vestimenta que no pueda usarse en primavera. Ahora, he dispuesto para ti una
regia cama, mañana deberás partir al alba a buscar a tus compañeras, por lo
pronto duerme y descansa chère fille, demain sera un autre jour, bonne nuit.- Rosalinde obedeció sin
rechistar aún no alcanzaba a dilucidar si era real lo que vivía o si se
encontraba en un extraño sueño.
Yolanda de la
Colina Flores
Primavera del 2013