Esta
princesa sin duda,
hace
gala de su nombre,
pues
puede domar si quiere,
a
la más temible fiera.
Ha
nacido con un don,
en
extremo singular
pues
ella consigue hablar,
cualquier
lenguaje animal.
Por
ello puede amaestrar,
a
las más temibles bestias
y
si se pone cantar,
ellas
siempre se embelezan.
En
este reino circense,
para
su reino y su gente,
está
dispuesta a elaborar,
las
domas más sorprendentes.
Su
actuación más rimbombante,
es
la doma de un dragón,
su
presencia amenazante,
provoca
siempre ovación.
Y
todos piensan que ella,
lo
pondrá ha hacer cabriolas,
ha
exhibirle como en feria,
haciendo
un par de piruetas.
Lo
que hace la princesa,
es
sentarlo ante un espejo
y
luego con mil tinturas,
ella
lo pinta y maquilla.
A
esa bestia le encantan,
el
rimel y los afeites,
los
tonos de los labiales,
y
los rouges que le realzan.
La
condición del dragón,
por
todos desconocida,
le
ha desvelado a la niña,
que
no es un dragón varón.
Y
esta pequeña dragona,
está
en busca de pareja,
por
ello a la niña deja,
que
la quiera maquillar.
La
princesa se divierte,
guardando
bien el secreto,
por
que con ello entretiene
y
tiene el reino contento.
Por
que quiere demostrar ,
un
dicho que hay en su reino,
donde
dice que no es fiero,
el
dragón cuando lo pintan.
Yolanda
de la Colina Flores
31
de marzo del 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario