Estas bellas princesitas,
son todas muy divertidas,
les gusta escuchar las risas,
de los nenes en el circo.
Visten de vivos colores,
con motitas y estrellitas,
con rayas fosforescentes
y toques de purpurina.
Hacen grandes bufonadas,
con chistes y pastelazos,
una serie de trastadas,
donde siempre hay bocinazos.
Hay sentones y caídas,
resbalones y tropiezos,
una serie de maromas,
donde muestran sus reflejos.
Son música con confeti,
algarabía y serpentinas,
papelitos de colores,
y mil chillonas bocinas.
De la cantidad de oficios,
que existe en todos los circos,
ellas quieren ser payasos
y no admiten desperdicios.
Pues les gusta la atención
y el público con sus risas,
los que encuentran el relax,
al morirse de la risa.
Y se aplican bien el dicho,
para el público captar:
Que al que puede ser payaso,
todo el mundo le hace caso.
Yolanda de la Colina Flores
29 de marzo del 2012
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