Ella
hace honor a su nombre,
pues
es regalo de Dios,
y
cubre cada paraje,
donde
la quieras plantar.
Vive
en región tropical,
le
agradan cálidos lares,
y
esta princesa en cuestión
de
Veracruz suele ser.
Ella
juega con cocuyos,
o
luciérnagas nocturnas
les
recarga baterías,
con
su varita lumínica.
Con
sus olorosas flores,
ella
puede hacer buen té,
si
usa la aromaterapia,
se
destila en regio aceite.
Aunque
el blanco le es común,
también
viste de amarillo
sus flores se van cambiando,
como
apetezca a la niña.
Las
noches de plenilunio,
ella
suele perfumar,
pero también con estrellas,
su
olor aparecerá.
En
su aspecto emocional,
dicen
que es afrodisíaco,
y
en la cuestión muscular,
analgésico
genial.
Sea
verdad o sea mentira,
la
niña aquí se divierte,
encendiendo
a sus amigos,
con
reflejos fulgurantes.
Llena
de felicidad,
pues
no hay quehacer para ella,
que
resulte más bonito,
que
trasnochar en jardín.
Porque
ya lo dice el dicho,
el
cual hoy te digo aquí,
el
jazmín en un jardín,
a
cualquiera hace feliz.
Yolanda
de la Colina Flores
27
de agosto del 2012