Su
efigie no tiene puntos,
es
un glorioso entramado,
de
fibras de vegetales,
con
diferentes gramajes.
Y
porta varios vestidos,
para
cualquier ocasión.
ya
sea mate o semimate,
o
puede ser muy brillante.
Y
se puede revestir.
de
luminosidad o blancura,
puede
tener fluorescencia,
o
un buen toque de lisura.
Y
siempre se vestirá,
acorde
con la ocasión,
para
nunca competir,
con
sus hermanas al son.
Esta
singular princesa,
resulta
muy importante,
pues
convoca a sus hermanas,
en
un juego refulgente.
Con
ella van a plasmar,
el
universo completo,
recorriendo
en un periplo,
todos
los tonos del reino.
Y
con lúdicos vaivenes,
bailan
una excelsa danza,
donde
combinan colores,
ya
sean de luz o pigmento.
Y
en un sustractivo vals,
danzan
en CMYK
en
armonía de color,
que
perciben los sentidos.
Alguna
fiesta puntal,
ellas
suelen invitar
a
otras primas muy bellas,
que
crean hexacromías.
A
veces llega a integrar,
a
otras primas muy brillantes,
son
las tintas especiales,
con
colores rutilantes.
Y
ella se puede cambiar,
a
diferentes sustratos,
y
el mundo de la impresión,
se
torna multicolor.
Pero
hoy las vemos aquí,
danzando
para nosotros,
en
una perfecta armonía,
gloriosa
cuatricomía.
Yolanda
de la Colina Flores
24
de agosto del 2012
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