Del otoño el equinoccio,
la suele representar,
tonos ocres y bermejos,
siempre la han de acompañar.
Ella tiene muchos nombres,
que la quieren definir,
más solo muestran facetas,
del tiempo que ha de venir.
En croata su nombre es rojo,
y en checo se llama brillo,
en finlandés es otoño
y en polaco floración
Y podría decir más nombres
como el chino que es el nueve,
pero creo son suficientes,
estas muestras de septiembre.
El viento en suave murmullo,
y la colorida hojarasca,
la mecen en suave arrullo,
sobre una hoja naranja.
Ella viene en un letargo,
que despierta una estación
vestirá partes del mundo,
con sus tonos bermellón.
Las regias hojas de otoño,
ella lleva por vestido,
frescas ráfagas del viento,
le refrescan el camino.
Quizás para confirmar
lo que le marca el refrán:
“Si en septiembre no te arropas,
seguro vas a temblar”.
Yolanda de la Colina Flores
1
de septiembre del 2012
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