Habita en zonas heladas,
en los profundos ibones,
lagos de origen glaciar
del Pirineo aragonés.
También la llaman ondina
de la tierra de Aragón,
y esta hadita bailarina,
siempre se monta un gran show.
Pues encanta a las serpientes
y hasta las hace bailar,
en las noches de San Juan
sobre el agua han de danzar.
Por su gracia sin igual
y su regio belly dance,
algunas la llaman mora
con su cadera en vaivén.
Y al llegar la Nochebuena,
canta un sin fin de canciones,
con las que atrae a pastores
a observar su recital.
Después se vuelve a ocultar
entre las aguas profundas,
y en el año venidero,
ella reaparecerá.
Madrugada de San Juan,
hemos de nuevo esperar,
o la hermosa Nochebuena
para volverla a escuchar.
No importa el tiempo que pase,
la sabremos esperar,
al igual que Nochebuena,
y la noche de San Juan.
Pues ya lo dice aquel dicho,
que hoy te vengo a recordar:
Que las cosas que son buenas
hay que saber esperar.
Yolanda de la Colina Flores
17 de octubre del 2012
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