Descubierta por Merlín,
en la grandiosa Bretaña,
tal efecto le causó,
que le cedió a Excalibur.
Y la guarda para siempre,
para un poco mitigar,
esas ansias de poder,
que el hombre gusta tener.
Vive debajo de un lago,
donde tiene su hábitat,
en un lago imaginario,
con paredes de cristal.
Así no puede ser vista,
ni tampoco detectada,
por los curiosos humanos
a quienes crea ilusión.
Por encima de la hierba,
ha creado aguas tranquilas,
se lo debe a los poderes,
que le ha legado Merlín.
También le enseño poesía
y de la magia el hechizo,
por eso puede evadirse,
de quien intente atraparla.
Si tú la quieres mirar,
muy bien te habrás de fijar,
en las plácidas lagunas
que te puedas encontrar.
Y así se cumple ese dicho,
que aquí se puede citar:
Con cuidado y con paciencia,
bellas cosas haz de hallar.
Yolanda de la Colina Flores
15 de octubre del 2012
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