Deambulando en la mar
que hay en mis sueños
me desplazo entre paisajes azulados,
donde atisban
violáceos matizados
en cortezas o tonos
de vestidos.
Hay caminos plagados
con estrellas,
donde avanzo con
rojas zapatillas,
quizás sea el camino de regreso
como en Oz al terruño
bendecido.
Iluminan el cielo y horizonte
unos astros en regia
iridiscencia,
y de pronto se agolpan en mi mente
remembranzas
enlazadas a mi esencia.
Y de pronto me topo con mi misma
en un árbol sentada como un mirlo,
convertida en sirena
estupefacta,
que me observa sin
emitir sonidos.
Y al mirar me entrelazo en devaneos
e insistente pregunto a mis recuerdos,
si soy yo la que
andando, sueña con ser sirena
o soy yo la sirena
que desea tener piernas.
Yolanda de la Colina
Flores
16 de julio del 2013
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