Es hermana de Mirall
pero no ves su reflejo,
y no la puedes mirar,
ni reflejada en espejo.
Ella es imperceptible,
parece que se escondiera,
visualmente es impalpable,
es una etérea princesa.
Su figura es un misterio,
no así su extraña presencia,
pues va llenando de esencias,
los pasillos del castillo.
Es esencia espiritual,
de mil fragancias de flores,
un aroma de perfumes
y aceites almibarados.
Y con sándalo y jazmín,
ella se reviste un día,
al día siguiente en almizcle,
mezclado con dulce mirra.
Ella toma esos perfumes,
y muchas otras esencias,
del jardín de su castillo
y los reparte entre todos.
Pues a su paso ella deja,
estela con sus fragancias,
y su intangible figura,
la delatan sus aromas.
La ha buscado todo el reino,
por recónditos lugares,
pero es como buscar,
una aguja en un pajar.
No se sabe como es,
es oculta e incorpórea,
es un ente inmaterial,
pero sin embargo existe.
Pero es fácil de entender,
si el dicho lo aplicas bien:
Lo que menos puedas ver,
en palacio has de tener.
Yolanda de la Colina Flores
30 de noviembre del 2011
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