Es su nombre Berenice,
pero por ser como es,
toda la gente le dice,
la princesa “Very Nice”
Tiene una muy dulce voz,
y tan agradable es su trato
que la aman con ternura,
pero le envidian por algo.
Todos quisieran tener,
un doble o dos para hacer,
todos aquellos deberes,
que no da la gana hacer.
Esta princesa infinita,
se puede multiplicar
y así tareas realizar,
sin que haya que rechistar.
Por ello puede a un tiempo,
leer y bailar un minueto,
y al unísono descansa,
apoltronada en su cama.
Puede probar mil vestidos,
con sus millares de clones,
estar por todos los lados
y asistir a mil reuniones.
Y va a clases y no va,
y duerme y también desvela,
hace todas sus tareas,
y también deja de hacerlas.
Pero si existe una cosa,
que ella no puede clonar,
y en todas sus clonaciones
a ti siempre te ha de amar.
A ella le queda el dicho,
o quizás sea un refrán:
Si el amor es verdadero,
éste permanece igual.
Yolanda de la Colina Flores
2 de diciembre del 2011
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