Su
leyenda se remonta,
a
épocas muy lejanas,
en
un barco que entre olas,
recogía
flores preciosas.
Y
en esa historia se cuenta,
que
era un gracioso grumete,
una
nena disfrazada,
como
un rapaz petimetre.
Que
al buque ella subió,
para
el mundo conocer,
más
su faz la delató,
y
la llevaron al rey.
Y
éste mirar su inocencia,
e
inefable valentía,
le
dio rango de princesa,
y
le bautizó como Hortensia.
El
nombre pertenecía,
a
la más hermosa flor,
que
del mundo recogió,
el
buque en su travesía.
Hoy
por el mundo ella viaja,
en
un periplo infinito,
prodigando
sus ramitos,
a
aquel que a su lado pasa.
Porque
bien dice un refrán,
las
flores para adornar,
pues
ya te las repondrá,
la
primavera al llegar.
Yolanda
de la Colina Flores
29
de mayo del 2012
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