miércoles, 26 de junio de 2013

LE SORELLE UCCELLO Capítulo 6 (Cuento de Verano)


 

 

Capítulo 6

L'alluvione inaspettato

Cuando la sombra desapareció de sus cabezas, se dieron cuenta que se encontraban en un precioso lugar, una casa repleta de bellezas y ornamentos dignas de museos, ante ellos se encontraba preparada un maravillosa mesa que contenía sobre sí la más hermosa cubertería que la sorella Cardellino hubiese visto y a su disposición estaban también sus platillos preferidos. La niña no se atrevió a sentarse y degustar algo de lo que ahí se le ofrecía, porque como toda regla de urbanidad señala, debía esperar a su anfitrión.

Este no se hizo esperar, así que el Signor Corvo apareció ante ella haciendo una reverencia tan acuciada que casi toca con su frente la mullida alfombra bajo sus pies, antes de que este pudiera decir palabra, sorella Cardellino le habló con inusitado entusiasmo: -Buona notte Signor corvo mille grazie per avermi dato rifugio!!!!!!, come poteva ringraziare le sue attenzioni?- El Signor Corvo le indicó que no había nada que agradecer, que cenaran mientras pasaba la lluvia y después si quedaba tiempo le cantara de nuevo el aria que venía cantando por el camino. Ella quedó encantada con su proposición, degustaron de una deliciosa cena donde platicaron ampliamente de sus preferencias por la ópera la sorella Cardellino se dio cuenta que el Signor Corvo era un gran conocedor del tema y una persona culta e ilustrada.

Después de la cena el Signor Corvo hizo alarde de unos aparatos digitales para reproducir música y con ella invadió la estancia mientras la sorella Cardellino cantaba encantada, porque el Signor Corvo siempre aplaudía a rabiar, así que mientras la lluvia no cedió ella permaneció ahí canta que canta y el Signor Corvo aplaude que aplaude. Cuando todo hubo terminado y ya había escampado la sorella Cardellino se despidió con amabilidad de su anfitrión cuando de repente este empezó a sentirse mal, y con su ayuda pudo recostarse en un placentero sofá, ella que era muy solícita le preguntaba con palabras sinceras y preocupadas que le acontecía, él le refirió que padecía de un mal raro que lo envolvía de una severa depresión que afectaba sus sentidos y solo podía salir de este mal a través de la música, pero no de cualquiera ya que había intentado muchas veces apalear su mal  con toda la variedad de música que conocía y sin embargo solo calmaba su mal la música de operas y operetas, sin embargo le dijo que se fuera que ya pondría una grabación y ser iría recuperando poco a poco.

La sorella Cardellino no pudo dejarle solo, tenía un alma pura y sensible y se sintió conmovida por la situación por la que pasaba aquel a quien ahora ella consideraba su protector y salvador. Así que se quedó  con él hasta que no pudiera recuperarse, lo único que le preocupaba era cómo haría para avisar a su familia sin separarse de él. El le sugirió que escribiese una misiva la cual él se encargaría de hacer llegar a sus familiares. La sorella Cardellino así lo hizo y se quedó tranquila cuando este le comunicó que sus seres queridos estaban enterados y que según le habían dicho estaban encantados de que ella le ayudara a restablecerse de su mal.  Nunca imaginó que el Signor Corvo le mentía, no en todo, porque el mal que le había dicho padecer si existía, pero por supuesto la misiva que ella había escrito jamás había llegado a su destino.

El Signor Corvo además del extraño mal que padecía, había endurecido su corazón y se había vuelto egoísta y en su pensamiento solo albergaba un plan para poder tener junto a él a las cuatro sorelle Uccello y se regodeaba imaginándose rodeado de ellas cantando por siempre sólo para él.

Las otras tres sorelle Uccello, desconociendo sus siniestros planes habían ya tomado cartas en el asunto, su madre de pronto se había repuesto y junto con ella elaboraban la forma de recuperar a la sorella Cardellino. Afortunadamente la madre conocía mucho acerca del Signor Corvo y entre las cosas que conocía estaba la certeza de que dicho personaje tenía una aversión exacerbada hacia el agua. Podían demandar al cielo otro fuerte aluvión tan poderoso que provocase el que el Signor Corvo saliera de su madriguera y tenerlo así frente a ella para presionarlo y llevarle a que le revelase la verdad.  Pero este diluvio que necesitaban no sería uno cualquiera, tenía que ser poderoso y con unas características especiales y ella conocía exactamente como provocarlo.

La madre de le sorelle Uccello sabía que todas las noches de plenilunio la Signora Luna asistía encantada a todas las presentaciones de sus hijas y que últimamente extrañaba que esto aconteciera, pues al mirarla fijamente se podía percibir una cara de tristeza. Asi que indicó a sue figlie que esa noche de luna llena cantaran el aria Nox oscura tenebrosa de la ópera Juditha Triumphans de Vivaldi.

Le sorelle Uccello así lo hicieron y ahí junto a la escalinata de su casa acompañadas de sus preciadas aves y con unos de sus más vistosos ropajes cantaron lo que su madre les había pedido, dirigiendo sus cantos a la luna. En su representación obviamente faltaba la voz de la sorella Cardellino y la luna comprendió que se encontraba lejos de sus seres queridos,  a medida que las notas de la música avanzaban su cara empezó a tomar cada vez un cariz más triste hasta que finalmente a través de sus tupidas pestañas empezaron a surgir grandes e insistentes lágrimas. Terminada la pieza musical, le sorelle Uccelo se adentraron en su hogar y la luna siguió llorando hasta que se quedó dormida dando paso a la luz del sol por lo que en la Toscana amaneció y toda la zona estaba completamente inundada por las copiosas lágrimas de la Signora Luna.

Yolanda de la Colina Flores
 Verano del 2013





Capítol 6

L'alluvione inaspettato

Quan l'ombra va desaparèixer dels seus caps, es van adonar que es trobaven en un preciós lloc, una casa repleta de belleses i ornaments dignes de museus, davant d’ells es trobava preparada un meravellosa taula que contenia sobre si la més bella coberteria que la sorella Cardellino hagués vist i a la seva disposició estaven també els seus platerets preferits. La nena no es va atrevir a asseure's i degustar una mica del que aquí se li oferia, perquè com tota regla d'urbanitat assenyala, havia d'esperar al seu amfitrió.

Aquest no es va fer esperar, així que el Signor Corvo va aparèixer davant ella fent una reverència tan acuitada que gairebé toca amb el seu front la suau catifa sota els seus peus, abans que aquest pogués dir paraula, la sorella Cardellino li va parlar amb inusitat entusiasme: -Buona notte Signor corvo mille grazie per avermi dato rifugio!!!!!!, come poteva ringraziare le sue attenzioni?- El Signor Corvo li va indicar que no hi havia res que agrair, que sopessin mentre passava la pluja i després si quedava temps li cantés de nou l'ària que venia cantant pel camí. Ella va quedar encantada amb la seva proposició, van degustar d'un deliciós sopar on van xerrar àmpliament de les seves preferències per l'òpera la sorella Cardellino es va adonar que el Signor Corvo era un gran coneixedor del tema i una persona culta i il·lustrada.

Després del sopar el Signor Corvo va presumir d'uns aparells digitals per reproduir música i amb ella va envair l'estada mentre la sorella Cardellino cantava encantada, perquè el Signor Corvo sempre aplaudia d'allò més, així que mentre la pluja no va cedir ella va romandre aquí canta que canta i el Signor Corvo aplaudeix que aplaudeix. Quan tot va haver acabat i ja havia escampat la sorella Cardellino es va acomiadar amb amabilitat del seu amfitrió quan de sobte es va començar a sentir-se malament, i amb la seva ajuda va poder recolzar-se en un plaent sofà, ella que era molt sol·lícita li preguntava amb paraules sinceres i preocupades que li esdevenia, ell li va referir que patia d'un mal rar que ho envoltava d'una severa depressió que afectava els seus sentits i no mes podia sortir d'aquest mal a través de la música, però no de qualsevol ja que havia intentat moltes vegades apallissar el seu mal amb tota la varietat de música que coneixia i no obstant això no mes calmava la seva malaltia la música d'operes i operetes, no obstant això li va dir que s'anés que ja posaria un enregistrament i s’haniria recuperant a poc a poc.

La sorella Cardellino no va poder deixar-lo tot sol, tenia un ànima pura i sensible i es va sentir commoguda per la situació per la qual passava aquell a qui ara ella considerava el seu protector i salvador. Així que es va quedar amb ell fins que pogués recuperar-se, l'única cosa que li preocupava era com faria per avisar a la seva família sense separar-se d'ell. Ell li va suggerir que escrivís una missiva la qual ell s'encarregaria de fer arribar als seus familiars. La sorella Cardellino així ho va fer i es va quedar tranquil·la quan aquest li va comunicar que els seus sers estimats estaven assabentats i que segons li havien dit estaven encantats que ella li ajudés a restablir-se del seu mal. Mai va imaginar que el Signor Corvo li mentia, no en tot, perquè el mal que li havia dit patir si existia, però per descomptat la missiva que ella havia escrit mai va arribar a la seva destinació.

El Signor Corvo a més de l'estrany mal que patia, havia endurit el seu cor i s'havia tornat egoista i en el seu pensament solament albergava un pla per poder tenir al costat d'ell a les quatre sorelle Uccello i s’alegrava imaginant-se envoltat d'elles cantant per sempre només per a ell.

Les altres tres sorelle Uccello, desconeixent els seus sinistres plans havien ja pres cartes en l'assumpte, la seva mare de sobte s'havia reposat i juntament amb ella elaboraven la forma de recuperar a la sorella Cardellino. Afortunadament la mare coneixia molt sobre el Signor Corvo i entre les coses que coneixia estava la certesa que aquest personatge tenia una aversió exacerbada cap a l'aigua. Podien demandar al cel un altre fort al·luvió tan poderós que provoqués el que el Signor Corvo sortís del seu cau i tenir-ho així enfront d'ella per pressionar-ho i portar-li al fet que li revelés la veritat. Però aquest diluvi que necessitaven no seria un qualsevol, havia de ser poderós i amb unes característiques especials i ella coneixia exactament com provocar-ho.

La mare de le sorelle Uccello sabia que totes les nits de de lluna per descomptat la Signora Luna assistia encantada a totes les presentacions de les seves filles i que últimament estranyava que això esdevingués, doncs en mirar-la fixament es podia percebre una cara de tristesa. Així que va indicar a les seves filles que aquesta nit de lluna plena cantessin l'ària Nox fosca tenebrosa de l'òpera Juditha Triumphans de Vivaldi.

Le sorelle Uccello així ho van fer i aquí al costat de l'escalinata de la seva casa acompanyades de les seves preuades aus i amb unes de les seves més vistoses vestidures van cantar el que la seva mare els havia demanat, dirigint els seus cants a la lluna. En la seva representació òbviament faltava la veu de la sorella Cardellino i la lluna va comprendre que es trobava lluny dels seus sers estimats, a mesura que les notes de la música avançaven la seva cara va començar a prendre cada vegada un caire més trist fins que finalment a través de les seves espesses pestanyes van començar a sorgir grans i insistents llàgrimes. Acabada la peça musical, le sorelle Uccelo es van endinsar en la seva llar i la lluna va seguir plorant fins que es va quedar dormida donant pas a la llum del sol pel que en la Toscana va clarejar i tota la zona estava completament inundada per les copioses llàgrimes de la Signora Luna.

Yolanda de la Colina Flores
 Estiu del 2013
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