Mil veces cuando camino,
tu recuerdo viene a mi
y le pregunto al destino,
si tú te acuerdas de mi.
Si entre los bellos paisajes
y los celestes ropajes,
rememoras sin ambages,
mis mil defectos y achaques.
Y caigo en un punto muerto
con mi maleta de viaje,
en desconocido desierto,
donde poso mi equipaje.
De pronto un viento travieso,
me trae de golpe tu aliento
y juego con él sonriendo
pues sé es tu mágico beso.
Yolanda de la Colina Flores
20 de febrero del 2016
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