Frente
a ti niñito hermoso,
dulce
y amable Jesús,
te
pedimos que bendigas,
a
toda la humanidad.
Sabemos
que no te gusta,
nuestras
historias forzar,
pues
siempre en libre albedrío,
nos
has dejado reinar.
Que
no somos marionetas,
de
tus juegos y caprichos,
y
que todo lo que hacemos,
es
porque así lo queremos.
Que
casi continuamente,
mil
desquicios generamos,
y
que si algo malo sucede,
te
lo endilgamos sin juicio.
Y
luego vamos diciendo,
si
algo va mal: Dios lo quiso,
y
en el caso contrario,
si
algo va bien: ¡Ay, que suerte!
Y
esto es pura hipocresía,
porque
bien sabemos todos,
que
lo que pasa en el mundo,
lo
hemos propiciado todos.
Por
suerte algunos sabemos,
que
siempre nos compadeces,
y
que cuando algo pedimos
con
fe y amor, lo concedes.
En
esta noche pedimos,
sólo
un roce de tus manos,
pues
con ese simple gesto,
nos
darás un gran consuelo.
Sabemos
que el hombre es necio,
y
sólo quiere pelear,
haz
de tu sombra su techo,
a
ver si así aprende a amar.
Yolanda de la Colina Flores
24
de diciembre del 2012
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