Está
antártica princesa,
rodeada
está de pingüinos,
pues
les enseña a nadar,
con
disciplina formal.
Son muy buenos buceadores
y
nadan muy bien igual,
más
quieren participar,
en
olimpiada sin par.
Una
que han organizado,
los
habitantes del mar,
y
ellos van a competir,
por
supuesto en natación.
Y
practican bien el crowl,
y
de espaldas van muy bien,
y
en mariposa y de pecho,
se
desenvuelven muy bien,
En
nado sincronizado,
no
hay quien los pueda igualar,
más
en nado por relevos,
mucho
deben practicar.
Un
grupo de pequeñines,
quieren
formar un equipo,
para
poder competir,
y
ganar en waterpolo.
Cuando
estén bien preparados,
la
nena los llevará,
a
practicar sus clavados,
por
los icebergs del lugar.
Mientras
tanto se conforman,
en
practicar bajo el mar,
y
aprender con la princesa,
cómo
se debe nadar.
Cuando
al fin las olimpiadas,
se
lleguen a practicar,
y
ellos regresen campeones,
también
se irán a bucear.
Y
junto con la princesa,
navegarán
por el mar,
y
entonces han de nadar,
como
les convenga más.
Porque
bien lo dice el dicho,
que
se escucha por la mar:
“Cuando
has cumplido con todo,
después
puedes retozar”.
Yolanda de la Colina Flores
31
de agosto del 2012
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