La gran caracola
fue echada del mar,
se llamaba Lola
y amaba cantar.
Ella competía
con las sirenitas,
su copla excluía
a las favoritas.
Ellas envidiosas
se han ido a quejar,
con el rey liosas
se han puesto a gritar:
¡Una caracola
con buen salmodiar!
¡Que vaya a la porra
su dulce entonar!
Este rey paciente
que iba a almorzar,
se volvió impaciente
con aquel chillar
Así que Neptuno
sin querer lidiar,
se quedó en ayuno,
sin desayunar.
Y con esta cuita
no sin lamentar,
desterró a Lolita
de aquel hábitat.
¡Y vaya una gloria,
que ha sido el destierro!
¡Su dulce salmodia,
es canto del cielo!
¡Escuchamos Lola,
tu dulce cantata!
¡Mil ecos de ola,
en gran serenata!
Todos apreciamos,
notas en tu canto,
por ello ensalzamos,
la Lola soprano.
Yolanda de la Colina Flores
8 de noviembre del 2016
8 de noviembre del 2016
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