En raro lienzo me pinto,
cuando yo discurro en ti,
y trazos reales evito,
para llenarme de ti.
Nuevo manuscrito escribo,
de poemas para ti,
que con mi mente transcribo,
cuando sólo pienso en ti.
El mar calmo me acompaña,
en este bello quehacer
y el astro solar me baña,
hasta el amanecer.
Y es así que al infinito
yo puedo pensar en ti,
mi rededor es finito
cuando yo cavilo en ti.
En mareas interminables,
solo me acuerdo de ti,
mi mundo se vuelve estable,
si estoy meditando en ti.
Yolanda de la Colina Flores
26 de julio del 2016
26 de julio del 2016
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