Capítulo 4
Bajo el pino azul
Recordaron que el gnomo ancianito les dijo que buscaran un pino
azul de para encontrar a su último compañero de viaje, así que se adentraron en
el bosque y aún no habían avanzado mucho cuando en el claro de un bosque por
donde se filtraban hermosos rayos de sol encontraron un hermoso pino azul del
cual colgaban muchas piñas y de una de ellas pendía a su vez un pequeño ser de
forma aparentemente humana pero del tamaño de una piña de pino, además al igual
que Rött hår, tenía las orejas puntiagudas. La
mitad de la piña que le sostenía aún del árbol parecía a simple vista un bello
sombrero, pero era parte de su ser, para ser más exactos formaba parte de su
cabeza, sus vestimentas eran del color del pino y de su cuello pendía alguna
que otra ramita de pino azul.
En cuanto ellos aparecieron por arte de magia el pequeño ser abrió
los ojos, se escuchó un pequeño crac y su cuerpo se desprendió de la rama que
hasta ahora le mantenía sujeto, dio una especie de piruetas como si fuese un
experimentado acróbata circense y posado sobre una de sus rodillas y con los brazos
extendidos, se presentó ante la nada homogénea concurrencia. -¡Hola! soy Teotl un duendecillo nacido de las semillas de un gran gimnosperma
llamado Pinus maximartinezii y vengo a
mostrarles el camino hacia el
árbol de la gran Prunus domestica Syriaca más conocida como Mirabele de Nancy, el camino no es fácil porque resulta que este árbol es único, dentro de su
especie es la que da los frutos más dulces y está resguardado por número
incontable de coníferas, a las cuales debemos convencer de que nos abran paso.
Si ya todos tenían de por si la boca abierta ante sus fantásticas
acrobacias, que por cierto los sapitos en su mente ya estaban pensando como
reproducir, ahora la tenían aún más abierta y tardaron en cerrarla un tiempo,
la primera fue Rött hår, la cual con voz
entrecortada le preguntó, -Pero, ¿cómo nosotros siendo tan pequeños vamos a
poder convencer a tan enormes criaturas? Teotl le respondió, - Por eso no debéis preocuparos cuando llegue el
momento su propio instinto les indicará que hacer; primero trataremos de
convencer al sotobosque que
como seguro ya sabéis es esa
vegetación formada por herbáceas y arbustos que crecen bajo los árboles.
Yolanda de la Colina Flores
Verano del 2013
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