He estado curando grietas
resquebrajamientos internos,
lesiones y descalabros
que para mi eran afrentas.
Era un ente fracturado
ser del todo accidentado,
un crakel inusitado
malherido y mutilado.
Mis piezas se desbocaban
y ya no encajaban,
no se a dónde querían ir,
pero no estaban en mi.
Vi un quinteto de galenos
unos me daban ungüentos,
otros fuertes pegamentos
mas ninguno fueron buenos.
Los recuerdos en mi mente,
acudieron a mi encuentro
y cual dulce linimento
me sanaron los entuertos.
Mi faz va tomando forma
y se va recomponiendo,
remembranzas son la horma,
que me hacen el enmiendo.
Yolanda de la Colina Flores
7 de julio del 2016
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