Somos realeza de gran alcurnia
privilegiados desde la cuna,
principesco su moldeado
imperial vuestro legado
Vosotros nos enseñaron
que somos algo admirable,
bella estirpe inigualable
de ADN soberano
Portamos regias coronas
desde que somos pequeños,
sangre real en nuestras venas
va viajando en nuestros cuerpos.
Incluso nuestras mascotas
portan pequeñas coronas,
pues ustedes nos dijeron
que eran regios compañeros.
Y aunque me encuentre perdida
en inhóspita arboleda,
mi tiara viaja conmigo
como un sello de abolengo.
Aún raíces poseemos
que nos atan al submundo,
de hojarasca los caminos
que hoy afrontamos descalzos.
Pero han dejado un ejemplo
de indiscutible enseñanza,
nosotros somos realeza
pero ésta es de otro mundo.
Tal realeza nos es dada,
por vuestro bello recuerdo
y las tiaras que portamos,
bendición de vuestros besos.
Yolanda de la Colina Flores
12 de junio del 2016
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