Como un buen patrón de barco
mágico e impredecible,
un capitán increíble
que le dio a mi vida un vuelco.
Me has tornado en una brújula
y hoy sin duda soy tu norte,
un cuadrante entre tus manos
con que plasmas tu horizonte.
Astrolabio o buen sextante,
tus timones y tus velas
y en periplo alucinante
en goleta voy sin penas.
Y en este viaje divino
a tu lado soy grumete,
o tu oficial que en el puente
te acompaña en tu sino.
Alumna náutica siempre
a tu vera cual piloto,
contramaestre y maestre
por bellos mares ignotos.
Me has hecho fiel marinera
tu aprendiz y compañera,
la que en tu vida en cuestión
jamás será un polizón.
Y soy tu buque y goleta
soy tu barca y tu velero,
soy tu eterna compañera
tú mi excelso compañero.
Yolanda de la Colina Flores
17 de agosto del 2014
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