Te me quedaste dormido
en mi nidito vacío,
siempre estarás escondido
y nunca serás nacido.
Sé bien que bella es tu faz
más te cubre un antifaz,
tu sexo he de imaginar
pues no puedo adivinar.
Permaneces en letargo
sin salir a la función,
añorado y dormitando
precioso bebé no nato
Escogiste un buen lugar
no te lo voy a negar,
salir afuera a pasear
bien te pudo amilanar.
Te me quedaste al cobijo,
muy lejos del bien o el mal
y encontraste un escondrijo
apropiado como hogar.
Quizá atisbaste hacia fuera
y viste un mundo falaz,
te acurrucaste a mi vera
en un remanso de paz.
Yolanda de la Colina Flores
10 de abril del 2016
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