En el Mediterráneo,
me encuentro vendimiando
y no soy coterráneo
más uvas voy catando.
Me sueño en Tarragona,
en región del Priorat
y disfruto esa zona
en bello zigurat.
Mis pies descalzos rozan,
los suelos pizarrosos
y mis trancos recorren,
licorelles sinuosos.
Y miro las terrazas,
pendientes azarosas,
que no son amenazas,
son montañas airosas.
Y siento en mis papilas,
la uva cariñena
y las garnachas tintas,
me vuelven una nena.
Con cabernet, merlot
y el syrah cual granate,
el blanco de pierrot,
yo cuido de mi traje.
Y con garnacha blanca
o un dulce macabeo,
viene sonrisa franca,
cuando yo las testeo.
Yolanda de la Colina Flores
29 de julio del 2016
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