Por usucapión la casa es mía,
yo pervivo entre sus vigas
y aunque no sea a mi medida,
no me atañe lo que digas.
Si antes fue de Pulgarcito,
o de la bella Almendrita,
no me importa ni un poquito,
para mi es mi guaridita.
Me la quedo por derecho,
no vale que sea un problema,
con el cuerpo contra hecho,
yo me he prendado de ella.
Esto no es por avaricia,
no es berrinche ni codicia,
no es el síndrome de Alicia,
muchos menos por malicia.
Aquí llevo largo tiempo,
ya es una parte de mi,
aquí fue mi nacimiento
y me pertenece a mi.
Yolanda de la Colina Flores
16 de abril del 2016
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