Diminuta es la
hechicera
que ama a esta raza genial,
y resulta singular
que ame a tremendo animal.
Le llaman gato leopardo
gato de bengala es,
desde luego es un felino
pero nada como un pez.
Es portentoso y gallardo
y en Asia es donde nació,
es muy grande ya
verás
y pesa un titipuchal.
De Sumatra hasta
Mongolia
Pakistán o Filipinas,
fue su ancestral
hábitat
dónde solía maullar.
Ochenta centímetros
mide
y pesa casi un quintal,
pero eso nunca le
impide
con su hechicera
jugar.
Ella se monta en su
lomo
y juntos van a pasear,
cuando se sienten
cansados
juntos se van a
roncar.
¡Miauwww, miauwww, bacilón!
es verdad, esta cuestión:
“Cuando un gato es
dormilón
jamás pillará un
ratón”.
Yolanda de la Colina Flores
6 de agosto del 2014
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