Nos cuentan que esta hechicera
quería con miel y salmuera,
hacer pócima que fuera
poderosa cual quimera.
Pero cambió un ingrediente
y en vez del pomo deseado,
fabricó a este petimetre
con los ojos angelados.
Este británico hermoso
es de un grisáceo azulado,
con un cuerpo rechonchito
y cola de algodoncito.
Ha inspirado a Lewis Carroll
con su gato de Cheshire,
y se ha quedado plasmado
en ilustración de Tenniel.
Es sociable y amistoso
pero no es muy juguetón,
es dingo y un poco orgulloso
y rechaza el achuchón.
Mas cuando esta hechicera
le acaricia y lo consiente,
se deja querer paciente
como otro gato cualquiera.
¡Meoww, meoww, cuántos sapos!
es verdad, no hay alegatos:
“Los rincones para
gatos,
las esquinas para
guapos”.
Yolanda de la Colina Flores
6 de agosto del 2014
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