Capítulo 3
El minuete de los ratones
Para alivio de nosotros, después
de un tiempo de celebrarse la mascarada, donde nuestra hija causó por supuesto
una gran expectación y alboroto, todo volvió a la normalidad, las orejas
desaparecieron de su cabeza y su consabido peinado reapareció. Aunque decir que
todo era normal en la vida Nina, es un decir, porque este otoño las cosas
cambiaron un poco, o quizás siempre habían sido así y no nos habíamos percatado
de ello.
Había olvidado comentarles que
Minina había conseguido por fin dejar de tocar el clarinete sin que sus
amiguitos desaparecieran y ahora se habían convertido en sus sempiternos
compañeros de juegos.
La forma en que esto aconteció,
es de las cosas por lo que uno día a día, ratifica la singularidad de Nina. Un
buen día, llegó a casa con un pequeño bolso de terciopelo, el cual cuando ella
caminaba emitía una serie de sonidos metálicos y cada vez que posaba el bolsito
sobre alguna superficie su sonoridad se acrecentaba. Sin mediar media palabra y
con un esbozo de sonrisa la llevó a su habitación, se sentó en su mullido
sillón predilecto y vació su contenido sobre la alfombra. Afortunadamente para
nosotros no cerró la puerta y pudimos contemplar a nuestras anchas todo el espectáculo.
Desparramados sobre la suave y
rosada alfombra, se encontraban un sinfín de dorados y diminutos cascabeles,
los cuales fue tomando por separado entre sus manos colocándoles una pequeña
cadenita dorada, creando minúsculos collarines, para posarlos de nuevo sobre la
misma superficie. Después tomó su clarinete y al tiempo que tocaba uno a uno
los cascabelitos se elevaban por los aires acomodándose en una especie de
pentagrama invisible, cuando los tenía a todos sobrevolándola perfectamente
acomodados, por la ventana fueron entrando pausadamente los ratoncillos y
tomaban del invisible pentagrama uno de los cascabeles para luego colocárselo
en el cuello, teniendo todos los ratones su cascabel colocado, se dispusieron a
armar una ronda, donde de acuerdo a la música cada uno pasaba al centro y hacia
una singular danza, cuando la nota que emitía su cascabel así lo indicaba.
Minina fue disminuyendo el tono de su clarinete hasta hacerlo desaparecer y
cuando dejó de tocar; los ratones permanecían aún en la habitación y cada vez
que efectuaban un movimiento se producía lógicamente un sonido, por lo que
ahora deambulaban a su antojo, como siempre, por la habitación de mi hija al
tiempo que se escuchaba una melodía armoniosa de sus cascabeles.
Nina salió de su habitación con
su séquito ratonil tras de ella y guiñándonos un ojo nos dijo: Por una vez está
bien que sean ellos los que porten al cuello un cascabel, ¿no les parece?
Ante este panorama, nuestra
pequeña podía dedicarse más a enseñar a bailar a los ratoncillos y varias veces
les vimos ensayando en un sinfín de lugares, en el jardín, en la cocina, en la
sala o en el patio, pero sin lugar a dudas, su salón preferido era el cuarto de
lectura, donde sobre una mesa expropiada ex profeso del jardín instalaban su
extraño aparatejo y se ponían a ensayar repetidamente. Cada vez que podíamos
atisbar sus ensayos lo hacíamos y descubrimos que en poco tiempo los ratones
bailaban con verdadera maestría diversos ritmos musicales.
Un buen día recibimos un pequeña
misiva la cual estaba posada sobre la mesa del comedor en una bandejita de
plata, pero no contenía ningún sello, intrigados nos apresuramos a abrirla y al
hacerlo nos trajo gratos recuerdos sobre el arribo de Nina a nuestras vidas
porque de esta carta también salió una cascada de pequeñas estrellitas tan
diminutas que parecían polvo de oro, dentro del sobre había una pequeña tarjeta
cuyo contorno y forma era una perfecta silueta de un gato. Al abrirla leímos el
siguiente texto:
Mediante la presente quedáis
cordialmente invitados a la presentación de
El Minuete de los Ratones
La cual se llevará a cabo el día
de hoy a las 17: 00 hrs., en el salón de lectura
Después del evento degustaremos
un delicioso té acompañado de maravillosas pastitas.
Esperamos su asistencia.
Atentamente
Minina & Ratonil Co.
Mi marido y yo no pudimos menos
que sonreír y asistir al espectáculo que desde ese momento se presentó ante
nuestros ojos ya que Minina y sus amigos se apoderaron por horas de nuestra
cocina y les escuchábamos hablar en un extraño lenguaje, después vimos a Nina
ir colocando sobre la mesa del comedor sendas charolas de pastitas cuyo olor ya
nos presagiaba el delicado sabor que después de la función pudimos comprobar.
Una vez que dejaron todo el
catering dispuesto, Nina fue a su habitación y se puso uno de sus mejores
vestidos de gala y después se instalaron en el salón de lectura y ahí pudimos
ver como todavía practicaban uno que otro paso del minuete al compás de la
música, mientras uno de los ratoncitos le daba vueltas a la manivela del
extraño fonógrafo.
Cuando llegamos al salón tenían
todo a punto, como en una función de teatro, los asientos acomodados en filas,
con las sillas intercaladas de tal forma que ninguna de las cabezas tapase a
otra. Con satisfacción vimos que nuestra hija había invitado a todos los
miembros de la familia ahí estaban los abuelos, mi cuñada y mi hermano, que
somos quienes vivimos en este hogar, pero Nina también se había aventurado a
invitar a sus tíos y primos y esto nos pareció sumamente importante, porque
denotaba que nuestra niña, salía poco a poco de su ensimismamiento, aunque no
podemos negar que en el colegio tenía algunas amistades con las que departía e
incluso realizaba actividades extra escolares, la mayoría de su tiempo estaba
siempre avocado a su mundo felino y sus amigos ratones. Así que este giro en su
vida nos alegraba.
Todo fue increíble y después de
la función pasamos todos al comedor donde degustamos un fabuloso té con un
sinfín de pastitas de diversos sabores, demás está decir que todas tenían forma
de gatos en diversas posiciones o actitudes.
Capítol 3
El minuete dels ratolins
Para alleujament de nosaltres,
després d'un temps de celebrar-se la festa de màscares, on nostra filla va
causar per descomptat una gran expectació i xivarri, tot va tornar a la
normalitat, les orelles van desaparèixer del seu cap i el seu pentinat comú va
reaparèixer. Encara que dir que tot era normal en la vida Mix, és un dir,
perquè aquesta tardor les coses van canviar una mica, o potser sempre havien estat
així i no ens havíem adonat d'això.
Havia oblidat comentar-los que
Mixeta havia aconseguit per fi deixar de tocar el clarinet sense que els seus
amics desapareguessin i ara s'havien convertit en els seus assidus companys de
jocs.
La forma en què això va
esdevenir, és de les coses pel que un dia a dia, ratifica la singularitat de
Mix. Un bon dia, va arribar a casa amb una petita bossa de vellut, el qual quan
ella caminava emetia una sèrie de sons metàl·lics i cada vegada que posava la
petita bossa sobre alguna superfície la seva sonoritat s'acreixia. Sense
intervenir mitja paraula i amb un esbós de somriure la va portar a la seva
habitació, es va asseure en la seva embuatat butaca predilecta i va buidar el
seu contingut sobre la catifa. Afortunadament per a nosaltres no va tancar la
porta i vam poder contemplar a les nostres amples tot l'espectacle.
Dispersos sobre la suau i rosada
catifa, es trobaven una infinitat de daurats i diminuts cascavells, els quals
va ser prenent per separat entre les seves mans col·locant-los una petita
cadeneta daurada, creant minúsculs collets, per posar-los de nou sobre la
mateixa superfície. Després va prendre el seu clarinet i al mateix temps que
tocava un a un els petits cascavells s'elevaven per l'aire acomodant-se en una
espècie de pentagrama invisible, quan els tenia a tots sobrevolant-la
perfectament acomodats, per la finestra van ser entrant pausadament els
ratolins i prenien de l'invisible pentagrama un dels cascavells per després
col·locar-li-ho en el coll, tenint tots els ratolins el seu cascavell
col·locat, es van disposar a armar una ronda, on d'acord a la música cadascun
passava al centre i cap a una singular dansa, quan la nota que emetia el seu
cascavell així ho indicava. Mixeta va ser disminuint el to del seu clarinet
fins a fer-ho desaparèixer i quan va deixar de tocar; els ratolins romanien
encara a l'habitació i cada vegada que efectuaven un moviment es produïa
lògicament un so, per la qual cosa ara passejaven al seu antull, com sempre,
per l'habitació de la meva filla al mateix temps que s'escoltava una melodia
harmoniosa dels seus cascavells.
Mix va sortir de la seva
habitació amb el seu sèquit de ratolins després d'ella i am una picada d'ullet
ens va dir: Per una vegada està bé que siguin ells els que portin al coll un
cascavell, no els sembla?
Davant aquest panorama, la nostra
petita podia dedicar-se més a ensenyar a ballar als ratolins i diverses vegades
els vam veure assajant en una infinitat de llocs, en el jardí, en la cuina, a
la sala o al pati, però sense cap dubte, el seu saló preferit era la cambra de
lectura, on sobre una taula expropiada ex profeso del jardí instal·laven el seu
estrany aparell i es posaven a assajar repetidament. Cada vegada que podíem
entrellucar els seus assajos ho fèiem i descobrim que en poc temps els ratolins
ballaven amb veritable mestratge diversos ritmes musicals.
Un bon dia rebem un petita
missiva la qual estava posada sobre la taula del menjador en una safata de
plata, però no contenia cap segell, intrigats ens apressem a obrir-la i en
fer-ho ens va portar grats records sobre l'arribo de Mix a les nostres vides
perquè d'aquesta carta també va sortir una cascada de petites estels tan
diminutes que semblaven pols d'or, dins del sobri hi havia una petita targeta
el contorn de la qual i forma era una perfecta silueta d'un gat. En obrir-la
vam llegir el següent text:
Mitjançant la present quedeu
cordialment convidats a la presentació del
Minuete dels Ratolins
La qual es durà a terme el dia
d'avui a les 17: 00 hrs. En el saló de lectura.
Després de l'esdeveniment
degustarem un deliciós te acompanyat de meravelloses pastes.
Esperem la seva assistència.
Atentament
Mixeta & Ratolins Co.
El meu marit i jo no vam poder
menys que somriure i assistir a l'espectacle que des d'aquest moment es va
presentar davant els nostres ulls ja que Mixeta i els seus amics es van
apoderar per hores de la nostra cuina i els escoltàvem parlar en un estrany
llenguatge, després vam veure a Mix anar col·locant sobre la taula del menjador
sengles safates de pastes l'olor dels quals ja ens presagiava el delicat sabor
que després de la funció vam poder comprovar.
Una vegada que van deixar tot el
catering disposat, Mix es anar a la seva habitació i es va posar un dels seus
millors vestits de gala i després es van instal·lar en el saló de lectura i
aquí vam poder veure com encara practicaven un que un altre pas del minuete al
compàs de la música, mentre un dels ratolins li donava voltes a la manovella de
l'estrany fonògraf.
Quan arribem al saló tenien tot a
punt, com en una funció de teatre, els seients acomodats en files, amb les
cadires intercalades de tal forma que cap dels caps tapés a una altra. Amb
satisfacció vam veure que la nostra filla havia convidat a tots els membres de
la família aquí estaven els avis, la meva cunyada i el meu germà, que som els
qui vivim en aquesta llar, però Mix també s'havia aventurat a convidar als seus
oncles i cosins i això ens va semblar summament important, perquè denotava que
la nostra nena, sortia a poc a poc de la seva abstracció, encara que no podem
negar que en el col·legi tenia algunes amistats amb les quals departia i fins i
tot realitzava activitats extra escolars, la majoria del seu temps estava
sempre reclamat al seu món felí i els seus amics ratolins. Així que aquest gir
en la seva vida ens alegrava.
Tot va ser increïble i després de
la funció passem tots al menjador on degustem un fabulós te amb una infinitat
de pastes de diversos sabors, altres està dir que totes tenien forma de gats en
diverses posicions o actituds.
Chapter
3
The minuete of mice
To the relief of us, after a
while held the masquerade, where our daughter of course caused great excitement
and bustle, everything returned to normal ears of his head disappeared and
reappeared usual hairstyle. Although saying that everything was normal in life
Nin, so to speak, because this fall, things changed a little, or perhaps had
always been well and had not noticed.
I forgot to tell you that Minin
had finally stopped playing the clarinet without his friends disappeared and
now had become her playmates everlasting.
The way this happened, it is one
of the things that’s confirms the uniqueness of Nin. One day, he came home with
a small velvet bag, which when she walked emitted a series of clangs and every
time sat the purse on any surface the sound was increasing. Without saying a
word and with a faint smile took it to her room, sat down in her favorite
overstuffed chair and emptied its contents on the carpet. Fortunately for us
not close the door and we saw at our leisure throughout the show.
Scattered on the soft and pink
carpet were endless and tiny golden bells, which was taken separately in her
hands by placing a small golden chain, creating tiny collars, to put it again
on the same surface. Then she took his clarinet and played while one by one the
little bells fly into the air settling into a sort of an invisible pentagram
when all of them was perfectly accommodated, the little mice came through the
window and there were going slowly and taking from the invisible pentagram one
jingle bells and then placing it on the neck, when all the bells its rattle
mice placed, they set out to build around, where music according to each center
and went to a single dance, when the note issued its rattle and as indicated.
Minin was lowering the tone of her clarinet out of existence as they stopped
playing, the mice were still in the room and every time that they carried out a
movement occurred logically sound, so now roamed at will, as always, by my
daughter's room while listening to a harmonious melody of their bells.
Nin left her room with her
entourage behind her mousy and with a wink of eye said: For once it's okay to
they carry a bell around his neck, isn’t it?
Against this background, our
little could devote more time to teach dance to the little mice and several
times we saw them rehearsing in countless places in the garden, in the kitchen,
in the living room or on the patio, but certainly, their favorite place was the
reading room, where on a table in the garden expropriated expressly settled
their strange machine and repeatedly put to test. Each time we could glimpse
the essays we did and discovered that before long the mice danced with true
mastery various musical rhythms.
One day we received a small
letter which was perched on the dining room table on a silver tray, but
contained no seal, intrigued we rush to open and the fond memories it brought
about the arrival of Nin into our lives because of this letter also came a
small waterfall that seemed so tiny starlets gold dust inside the envelope was
a small card whose contour and shape was a perfect silhouette of a cat. Opening
it read as follows:
You're under hereby cordially
invited to the presentation of
The Minuet of the Mice.
Which will be held today at 17:
00 hrs. In the reading room,
After the event we will taste a
delicious tea with wonderful pastries.
Come join us.
Attentively
Minin & Mousy Co.
My husband and I could not help
but smile and watch the show from that moment appeared before our eyes as Minin
and her friends took over for hours in our kitchen and we heard them speak in a
strange language, then saw Nina be placed on the dining table trays of pastries
paths whose scent and delicate flavor presaged us that after the show we saw.
Once all the catering provisions
left, Nin went to her room and got one of her best ball gowns and then
installed in the reading room and that we could see as still practiced the odd
minuet over time to the music, while one of the mice swam the odd crank
phonograph.
When we arrived the room had everything
ready, as in a theater, the seats arranged in rows, interspersed with chairs so
that none of the heads blocks to another. We note with pleasure that our daughter
had invited all members of the family there were grandparents, my sister and my
brother, who’s live in this household, but Nin also had ventured to invite their
uncles and cousins and this we seemed very important because our girl betrayed,
gradually came out of her reverie, although we cannot deny that the school had some
friends with whom chatted and even conducting extracurricular activities, most of
her time was always dedicated to hers feline
world and mice friends. So this change in her life made us very glad.
Everything was amazing and after
the show we all go to the dining room where we tasted a fabulous tea with
endless pastries of various flavors, needless to say that all cats were shaped
in different positions or attitudes.
The minuet has been one of the
most beautiful sights I've ever seen in my life, not just because it was done
by our own daughter, but because the event was worthy of admiration. My eyes
are wet with excitement, remembering our little playing clarinet which emanated
most sublime music, the mouse, give it turn the crank and the minuet that was
being danced in pairs of mice that moved to the middle one to one and in their
dance none of them ever repeated the same step.
Yolanda de la Colina Flores
Otoño del 2013
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