Son amantes de los búhos
siempre cuidan su hábitat,
les encanta su plumaje
y su variado ulular.
Como hay doscientas especies
y son de una gran variedad,
entre ellas bien eligen
a quien les toca cuidar.
Por casi todo el planeta
tú los puedes encontrar,
para ello hay que ser atleta
y andar en la oscuridad.
Las hechiceras los aman,
les siguen en su cantar
y en su preciosas escobas,
van con ellos a volar.
Como ellos son silenciosas
e imitan también su ulular,
cuando cruzan las alturas
en transporte singular.
Son unas aves rapaces,
con una visión sin igual
y su experiencia auditiva
también es fenomenal.
Juntos arman buenas fiestas,
en tarde crepuscular
y dormitan y hacen siestas,
cuando el sol brillando está.
Como que así, como que asá
¡Cascarasa!, esto no es guasa:
Pues cuando un búho no canta
algo tiene en la garganta”.
Yolanda de la Colina Flores
5 de agosto del 2014
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