Atiende todos los signos
quizás por su simbolismo,
ya que cura las heridas
que el pasado puede dar.
Ella mezcla sus cristales
que desvelan el presente,
con un elixir vehemente
hace el futuro un deleite.
Actúa como un escudo
contra los malos deseos,
a veces al protegerte,
suele en pedazos romperse.
Ella despierta el anhelo
del ser amado o la amada,
te hace sentirte atractivo,
con la seducción innata.
Da el coraje necesario
para alcanzar las victorias,
amuleto es de viajeros
sólo prodiga armonías.
Te previene el mal de ojo,
agiliza la memoria,
purifica los pulmones,
te distiende y tranquiliza.
Es gran antidepresiva,
resulta un buen relajante,
recupera los tejidos,
pacifica los respiros.
A la anorexia nerviosa
ella la suele alejar,
los karmas ella supera
dando nuevas perspectivas.
¡Abracadabra y rechusca!
dijo una bruja muy ducha:
“La Turquesa es piedra turca,
que es escudo contra el mal”.
Yolanda de la Colina Flores
31 de julio del 2014
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