Su nombre Potingue es
según un buen traductor,
y muy divertido es
saber su elaboración.
Se trata de los sentidos,
de olores y de sabores
y pueden ser muy sencillos
o unos tremendos horrores.
Si deseas armonizar
un lugar para charlar,
bellos aromas de flores
puedes muy bien combinar.
De Huele de noche esencias,
o de jazmín sin igual,
de sándalo, mirra e incienso,
de almizcle y rosal genial.
Para tener bellos sueños,
puedes aromatizar,
con perfume de mamá
o de una abuela sin par.
Si ya no encuentras lugar
donde poderte sentar,
con un potingue verás,
que pronto lugar tendrás.
Los hay de punes verdosos,
morados o amarillentos,
de un rojo para rabiar
o negros pa´vomitar.
También los hay jabonosos
pa´quien dice palabrotas,
con aromas pestilentes
y sabores apestosos.
Todos vienen en frasquitos
muy bonitos por igual,
pero lo que contendrán
lo sabrás al destapar.
Jejeje, jeje, jaja,
Si un frasquito te han de dar:
“Si es fétido o huele a flores,
un buen potingue será”.
Yolanda de la Colina Flores
24 de julio del 2014
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