A este azulado dragón
le llaman cuernos de hielo,
y también por adición
su hechicera así nombró.
No es un dragón portentoso
mediana es su complexión,
pero es dulce y es jocoso
divertir es su afición.
Come vive en zonas frías
entre nieves y ventiscas,
hace que la niña ría
y lo helado el disipa.
Le cuenta muy buenos chistes
y después le hace cosquillas,
también hace bufonadas
y ella ríe a carcajadas.
En lugar de bocanadas,
cubitos de hielo lanza
y con su férrea testuz,
le forma a la nena iglús.
La niña ríe encantada
porque dentro de un iglú,
él esconde la cabeza
como si fuera avestruz.
Después se van a volar
por las montañas nevadas,
donde la hechicera atrapa
copos de hielo que guarda.
Desde aquí hasta baraúnda,
arriba de nubarrones,
sobrevolando volcanes,
sorteando los vendavales.
Minutos para arribar
toda la noche a vagar,
minutos para tornar
¡cabalgo en dragón y upa!
También dice el vendaval,
lo que las nubes darán:
“Si en forma de globo están
viento o nieve nos traerán”.
Yolanda de la Colina Flores
10 de agosto del 2014
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