Para montarte en la escoba
que va entre las nubes ralas,
ser atleta es importante
o un gracioso saltimbanqui.
Pues esta escoba es traviesa
le fascina hacer piruetas,
cual juguetona tormenta
te voltea de cabeza.
Si te quieres divertir
tú la puedes adquirir,
pero debes permitir
las cabriolas por venir.
Las voladoras sillitas
roller
coasters de ocasión,
se quedarán chiquitas
frente a esta escoba en cuestión.
Esta hechicera es valiente
soporta cualquier revolcón,
si bien aguerrida eres
únete a la diversión.
Junto a su acróbata gato
te invitan a la excursión,
tu móntate con valor
y vivirás la emoción.
Desde aquí hasta el aquelarre,
por debajo de las nubes,
rasando los matorrales,
y encima de pantanales.
Una hora para llegar
noche entera para holgar
una hora para regresar
¡Salto a mi escoba y fuera!
¡Rusras, rusras, cataplán!
hoy te lo digo en verdad:
“Cuando una escobita es nueva,
muy buen ruidito nos da”.
Yolanda de la Colina Flores
9 de agosto del 2014
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