Este dragón peculiar
con aspecto singular,
le llaman la voz del viento
y eso es un gran acierto.
Es un dragón trovador,
que canta como un tenor
y con canciones de amor
embelesa a su hechicera.
Ella porta un nombre igual
y canta como una diva,
es una soprano genial
que ni una nota escatima.
Como su cantor dragón
vive en las zonas rocosas,
ahí cantan con pasión
desperdigando las notas.
Juntos salen a volar
más como él no es grandioso,
a ella le pone unas alas
y planean a sus antojos.
Y mientras andan volando,
algo bello van cantando
y con las voces del viento
van haciendo un gran concierto.
Mejor que cante sus odas
a que lance bocanadas,
pues aunque no son ostentosas
son un poco desastrosas.
Bocanadas cual bostezo,
son dos y una te desmaya
y con la otra el travieso,
te pone en cámara lenta.
Desde aquí hasta baraúnda,
arriba de nubarrones,
sobrevolando volcanes,
sorteando los vendavales.
Minutos para arribar
toda la noche a vagar,
minutos para tornar
¡cabalgo en dragón y upa!
La voz del viento boreal,
revela algo sin igual:
“Cuando el cielo está jaspeado
nos vendrá viento anhelado”.
Yolanda de la Colina Flores
10 de agosto del 2014
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