Como cualquiera en el mundo,
yo también tengo dos mundos,
es la noche engañamundo
y los días micro-mundos.
Y en este raro jocundo,
con certeza me confundo
y quizás tal vez redundo,
al decirlo a mediomundo.
Así en el sueño profundo,
de mil ideas yo abundo,
en sólo un microsegundo,
yo me despierto y los cundo.
En los lares que circundo,
mis alegrías yo difundo
y de versos yo me enfundo
aunque a veces sobreabundo.
En este hacer vagabundo,
yo me visto y me transfundo,
de la noche yo me inundo,
y del día me fecundo.
Yolanda de la Colina Flores
10 de noviembre del 2016
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