Estoy en este oleaje
en espera infinita,
como un alunizaje
en tierra bendecida.
Espero y desespero
a que concluya el viaje,
como aguarda con duelo
la barca a su barquero.
Aguanto y aprisiono
los besos, los abrazos,
que yo clono y re-clono
entre el alma y mis brazos.
Persevero al ocaso
y a los amaneceres,
que sin hacerme caso,
ignoran mis haceres.
Mi ensueño permanece,
aguantando la espera,
en tanto me estremece,
soñarlos a mi vera.
Yolanda de la Colina Flores
4 de noviembre del 2016
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