Por todos los ósculos no dados
perdidos en suspiros contenidos
a veces temerosos de ser dados
y otras tal vez agazapados.
Extraviados en baúles de recuerdos
guardados en el fondo de los sueños
cubiertos por el polvo de los tiempos
de niña, de mujer o adolescente.
Por todos los abrazos que han quedado
en brazos que se abrieron y vacíos
volvieron a abrazar mi propio ser
llenando en achuchones mi nostalgia.
Formando guirnaldas de mil brazos
unidas con flores de cariño
trenzadas con flores de mimitos
y hojas pletóricas de ensueños.
Ahí hoy duermen en arcones
en tímidos secretos de mi alma
cubiertos con frazadas de recuerdos
junto a las instantáneas de mi vida.
Hoy salen para ti querida amiga
a transitar un poco entre las letras
cogidos de la mano con sonrisas
se van en un encuentro hasta tu hogar.
Yolanda de la Colina Flores
11 de marzo del 2011
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