martes, 30 de abril de 2013

ATTENTE D'AVRIL Capítulo 4 (Cuento de Primavera)


 

Capítulo 4

Los consejos de una sabia

El murmullo de la risa gélida no permitía a Rosalinde dormir, tenía un sueño ya de por si ligero,  pero ahora parecía divagar en una especie de pesadillas continuadas, en su mente iba a visitar a la familia Du Roi y ya no le encontraba más, ¿había desaparecido para siempre?, ¿era su misión encontrarles, despertarles y traerles de nuevo?, y si éste era el caso, ¿cómo podría lograrlo?, que pasaba que no llegaba la primavera, sueños desolados plagados de gélidos paisajes aparecían en sus sueños y de pronto una luz emergió de entre ellos, acompañada de una rara y desconocida sinfonía, las notas iban acompañadas de una canción, pero esta sólo repetía, en una forma que parecía infinita, un nombre: Le Fleur Impériale Zinnia.

Despertó sobresaltada y con prisa tomó la pequeña agenda que su tía le había proporcionado para cualquier emergencia y ¡ahí estaba!, Le Fleur Impériale Zinnia…, pero no indicaba ningún teléfono, de todas formas ya lo había comprobado con anterioridad y la línea telefónica no funcionaba,  solo podía leerse una dirección Rue des parfums numéro neuf, Jardin des Plantes de Grasse. Repitió las acciones del día anterior y aunque aún era madrugada salió de su casa, dispuesta a encontrar a la desconocida fleur impériale. No sabía cuanto había caminado, ni en tiempo ni en distancia, por lo menos ahora llevaba una brújula que le permitía orientarse y sabía que iba en la dirección correcta, pero con tanta nieve por doquier no sabía si podría identificar la calle y el número que buscaba. Sabía que su especie tenía gran resistencia a las heladas y aunque iba perfectamente abrigada, le dolían los dedos de las manos y los de los pies casi podía decir que ya no los sentía. Sus mejillas habían rebasado el clásico bronceado del sol, los reflejos que sobre la nieve este provocaba le había producido el nacimiento de pequeñas y casi imperceptibles laceraciones a su rostro, que aunque no se veían se sentían y dolían, ¡vaya si dolían!

De pronto cuando ya se sentía desfallecer a lo lejos divisó una pequeña estela de humo como emergiendo de una lejana chimenea, sonrió y aunque estaba desfallecida, adquirió nuevo vigor y aceleró el paso, llegó hasta una casa, casi cubierta por completo por la nieve de la cual solo se visualizaba una hermosa puerta verde de madera bruñida, se acercó y al pararse frente a ella para tocar, ésta de repente se abrió de forma automática, de su interior escuchó una voz que le decía:-Adelante te estaba esperando.-

Cuando entró las primeras palabras que le recibieron fueron: -Bienvenue jeune guerrier - Rosalinde no pudo menos que hacer un gesto de extrañeza pero la dama que decía estas palabras no hacía más que inspirarle paz y una inusitada confianza. Tenía ante si una flor que parecía compuesta de varias flores una hermosa corola naranja adornaba su cabeza de la cual pendían hermosos pistilos dorados y entre los pétalos asomaba un rostro tierno y suave con una inconmensurable sonrisa que daba tranquilidad a su alma.

Como ya sabrás soy Madame Le Fleur Impériale Zinnia, y hace tiempo que esperaba tu llegada, tengo el placer de decirte que  seré tu guía en esta encomienda que te ha legado tu familia, es una historia que yo sé te interesará saber y que seguramente eliminará muchas de las dudas que ahora tienes. Tenía todo dispuesto para una buena cena y Rosalinde no se negó a aceptar su invitación, durante ese lapso de tiempo no se dijeron nada simplemente intercambiaron sonrisas y dulces miradas.

Una vez que concluyeron, frente a una tacita de té la anfitriona comentó a su invitada:  Es tiempo de disipar dudas mon cher ami y no pienso mantenerte por más tiempo en esta incertidumbre, como sabrás tu familia pertenece a una raza de rosas muy especial, tienen muchos atributos, pero entre ellos está el de soportar muy bajas temperaturas y el sobrevivir a grandes heladas, pues hace mucho tiempo, tu arrière-arrière grand-mère, cuando era muy joven, se atrevió a retar al invierno a permanecer sin hibernar hasta que apareciese de nuevo la primavera, ya había probado que podía hacerlo venciendo al otoño y su arrogancia le llevó a probarlo con el duro invierno, éste aceptó el reto y parecía haber vencido pues tu arrière-arrière grand-mère; estaba tan desfallecida que bien podría pasar por muerta, pero no fue así. Cuando llegó la primavera y la pusieron en su cajita transparente para ponerla al centro del jardín a fin de que todos se despidieran de ella, de pronto poco a poco fue tomando color y volvió a reverdecer y a tener nuevos botones.

Todo habría acabado ahí, si tu arrière-arrière grand-mère, se hubiera enfrentado al verdadero invierno, pero en realidad se enfrentó a uno totalmente falso, era un espíritu emanado de una borrasca siberiana, generado por un mal estornudo del viento, al verse con vida, se apartó de su creador y ha querido dominar al mundo por cuenta propia, alterando el orden natural y tratando de sacar de sus casillas a las almas más férreas y encantadoras, llevándolas a enlazarse en una serie de contiendas de las que muy pocos sobreviven. Cuando el falso invierno se vio vencido trató de arremeter contra ella y aniquilarla de un vez, pero la primavera ya estaba instaurada y todas las estaciones por largo tiempo lo mantuvieron alejando no permitiéndole la entrada. Desgraciadamente debido a los abusos del hombre en la tierra, hay huecos en la capa de ozono que cubre nuestra amada tierra, el deterioro de nuestro gran depurador del aire y filtro de los rayos ultravioleta, ha provocado cambios climáticos y entre estas perturbaciones justo entre la salida del invierno y la entrada de la primavera se ha colado esta criatura y no ha habido manera de alejarla, ni mucho menos extinguirla.

Cuenta la leyenda que narraba tu arrière-arrière grand-mère, que el falso invierno prometió volver e instaurarse para siempre y destruir a todas las de su especie y a todo ser que se le pareciera, ella lloró y lloró suplicando al cielo y la tierra le perdonase la soberbia que les había llevado a tal situación, sus ruegos parecían imposibles de complacer, sin embargo la madre tierra y el padre cielo se compadecieron de ella y le dijeron que dentro de su familia nacería una, 
,petit guerrier, la cual tendría la capacidad de enfrentarse al falso invierno, pero la tarea no sería fácil, tendría que deponer su orgullo característico que genéticamente poseía, volverse humilde y aprender a valorar lo que los otros poseen, entender como podrían utilizarse esos atributos y realizar con ellos una estrategia para combatir y al fin derrotar al falso invierno. Me temo ma chère Rosalinde que tú eres esa petit guerrier.

Rosalinde se quedó perpleja como en un estado de trance, mientras Madame Fleur Impériale Zinnia, se adentró en sus habitaciones y al poco rato regresó ataviada en una forma muy similar a Rosalinde, finalmente, sacando a Rosalinde de sus pensamientos, le dijo, vamos chica el tiempo apremia, antes que se desvanezca el sol debo indicarte hacia donde deberás dirigirte antes de iniciar tu lucha final, una vez te lo haya señalado, regresaremos y te indicaré la forma en que deberán tú y tus compañeras librar esa batalla, Rosalinde hizo una cara de extrañeza, pero Madame Fleur Impériale Zinnia, disipó de su mente cualquier pregunta, poniendo un dedo sobre sus labios y luego indicándole la salida. El sol ya se estaba poniendo y se distinguía poco en aquel paraje tan sombrío, sin embargo el dedo de Madame Fleur Impériale Zinnia señalaba un lugar sobre una alta montaña de donde emergía un pequeño haz de luz, ella le indicó con suaves palabras: -Esa es la Montagne de Sainte Victoire y de donde emana esa luz es la casa de Le Fleur du Solei, a quien debes buscar y despertar, pues es ella quien te dará una de las armas más poderosas para combatir el falso invierno, pero no solo a ella tendrás que despertar; y ahora acércate que lo que ahora te tengo que decir, debo hacerlo en voz muy baja para que sólo tú lo escuches y aquí afuera hay muchos oídos- después de un largo rato de cuchichearle una serie de instrucciones continuó, -Ahora entremos que me estoy empezando a sentir mal, yo no tengo tu resistencia.-

Entraron de nuevo a su casa y ahí cubierta por un montón de edredones Madame Fleur Impériale Zinnia continuó, sé que te costará llegar hasta la cima de esa montaña, pero sé que lo lograrás, lo importante aquí es que hasta sus faldas deberás ir acompañada de cuantas compañeras puedas conseguir, y esto no es lo difícil ya que para llevarlas contigo, primero deberás despertarlas, convencerlas y al final deberás disuadirlas de que combatan contigo, sin ninguna prenda que no sea de vuestra naturaleza, lo que quiero decir con ello es que deberán combatir al malandrín sin ningún tipo de vestimenta que no pueda usarse en primavera. Ahora, he dispuesto para ti una regia cama, mañana deberás partir al alba a buscar a tus compañeras, por lo pronto duerme y descansa chère fille, demain sera un autre jour, bonne nuit.- Rosalinde obedeció sin rechistar aún no alcanzaba a dilucidar si era real lo que vivía o si se encontraba en un extraño sueño.

Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013

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lunes, 29 de abril de 2013

ATTENTE D'AVRIL Capítulo 3 (Cuento de Primavera)






Capítulo 3
La pequeña rosa insomne

El verdadero nombre de Rosalinde era Minette, por genealogía pertenecía a esa familia de rosas que comúnmente la gente llama Duchese D’Orleans y de ahí procedía, había nacido a sólo una hora de la maravillosa ciudad de París, para ser más exactos a sólo 130 kilómetros al sureste de la bella ciudad muy cerca del río Loria, en el Parc Floral de la Source. Hacia poco tiempo que había tenido que trasladarse y extrañaba la ciudad que le vio nacer, sus calles tachonadas de vívidas casas blancas y una que otra con un colorido donde destacaban una regia gama de bermellones, un lugar lleno de iglesias  y catedrales de las que evocaba el tañido de los campanarios.

Se decía que su especie tenía dos atributos que otras rosas no tenían, la increíble capacidad de trepar por las paredes y su inusitada resistencia a las heladas. Aunque como ya hemos dicho había nacido en el Parc Floral de la Source, pasó un largo tiempo, antes de su partida, en un pequeño apartamento ubicado en la Rue Sant Eloi, de donde recordaba esos paisajes intrincados de callejuelas y sonares de campanas. 

Durante su estancia en ese bello lugar, había tomado clases, más por verdadera vocación que por obediencia a sus padres de solfeo, piano y algunos tipos de danza y aunque estos le encantaban su afición eterna y preferida era cantar. Era una rosa acicalada, vestía siempre a juego con sus pétalos y su follaje, siempre de forma elegante y sin estridencias, no había nada que desencajara de sus atuendos.

Toda su vida había vivido siempre en un entorno de rosas, su mundo se encontraba avocado a ellas y su universo, conocía un intrincado número de familias entrelazadas en donde se entremezclaban desde rosas antiguas, silvestres y modernas. Siempre había asistido a todas las fiestas y concursos que estas organizaban, su feliz devenir estaba plagado de fiestas donde reinaban a placer los valses y los más excelsos ballets.

Hasta que un día su madre la tomó de la mano en forma especial y todo cambió, la llevó a una ventana donde se contemplaba el esplendor del Parc Floral de la Source y con voz casi inaudible le musitó: -Ma petite Minette, es tiempo de que partas, tu misión se acerca.- Minette por supuesto avasalló a su madre con cientos de preguntas, entonces la madre pidió les trajesen un delicioso servicio de té y sentándose con su hija en un mesita propia para degustarlo empezó a charlar con ella, con una voz entrecortada por alguno que otro suspiro: -Ma chère Minette, ¿nunca te has preguntado porque mientras todas tus hermanas y primas duermen durante la noche como verdaderas lironas, tu en cambio yaces en un sueño ligero, dispuesto a disiparse con el más ligero ruido?, ¿tampoco te ha intrigado porqué todos podemos tomar una siesta después del medio día plagado de brillantes rayos de sol y tú no?, ¿porqué tu voz de soprano coloratura alcanza tonos que hasta ahora nunca se habían escuchado dentro de nuestra genealogía?-

La chère Minette, negó con la cabeza, - Non, ma chère mère, nunca me lo había preguntado, sólo pensaba que era diferente y ya está, la verdad nunca hice meditaciones acerca de ello.-

-Pues todo obedece- continuó la madre, -a una antigua leyenda que circula de bosque en bosque, de colina en colina, de prado en prado, de jardín en jardín, de arriate en arriate, de maceta en maceta, por citar algunos lugares, lo que quiero decirte mon cher petit, es que doquiera que existan flores en este país esa vieja leyenda se conoce y su llegada se teme. Por alguna razón que desconozco, nuestra familia está ligada a ella desde tiempos inmemoriales y de forma ancestral, en esta leyenda se habla de un advenimiento próximo aunado al nacimiento de una pequeña rosa insomne y esa mon petit, eres tú. La leyenda está por cumplirse y para que toda la flora salga airosa de ello deberás partir a la campiña a casa de tu tía Noisette, ahí esperarás que llegue ese día especial, no puedo decirte más, no porque no lo desee ma fille chérie, sino porque no me ha sido revelado nada más.

La pequeña Minette sin más preguntas de por medio, partió a donde su madre le indicaba y toda su grandiosa parentela le despidió agitando sus pequeñas manos con pañuelitos de encajes y organzas  de una gama especial de blancos colores.

Minette llegó con su tía y fue recibida por todo el jardín entre gritos y algarabías, no había ninguna rosa de su especie dentro de él y esto le daba una nueva vistosidad al lugar. Todos los días al levantarse Minette siempre daba un pequeño y bello mini concierto mientras tomaba su ducha fresca de rocío matinal, todo el jardín estaba encantado de despertar con las hermosas notas que su pequeño cuerpo emanaba, parecía entonces que todo el lugar adquiría un ritmo preciso y matemático al cual todos se ceñían y empezaban su despertar y tareas siguiendo los compases que esta les mandaba. Se sentían maravillados y siempre le decían: ¡que rosa tan linda!, ¡que rosa más linda!, así que poco a poco su nombre iría cambiando y después de un tiempo, cuando alguien le preguntaba por su nombre simplemente siempre respondía: Rosalinde.

Pasó el tiempo y nada singular acontecía en aquel grandioso jardín, Rosalinde dejó de preocuparse por su ignota misión y se dispuso a disfrutar de la maravillosa y plácida vida en la campiña. Era feliz y disfrutaba de la compañía de todas las diversas flores que en él habitaban, unas a otras se contaban su experiencia de acuerdo a su especie, se leían cuentos e historias propias de su entorno y se enriquecían con las experiencias y vivencias que entre todos se narraban. De pronto Rosalinde cayó en cuenta que entre tanta variedad de flores no había visto ni una remotamente familiar, no había por ahí ningún otro tipo de rosa. Intrigada y no sin cierto temor, algo intuía en su interior, preguntó con voz entrecortada: -¿No hay ni una rosa en este jardín?- todos cambiaron miradas entre si y un silencio que pareció durar una eternidad invadió el lugar. Por fin la pequeña Fleur de Rommier con voz dulce le dijo:, -Existía hasta hace poco una grandiosa familia de Rose du Roi, de las cuales destacaba una preciosa declamadora llamada Le Fleur Rose Rouge, pero un día antes de tu llegada, cayó en un profundo sueño, al igual que sus familiares y por más intentos que hemos hecho, no hemos podido hacer nada para despertarles de tan profundo letargo y lo más preocupante aún es que lentamente se van desvaneciendo, se están volviendo transparentes y creo que ya falta muy poco para que por fin desaparezcan, incluso llamamos a nuestra erudita en medicina botánica Le médecin  Le Fleur Racine de Sucre, lástima que ahora esté en un congreso fuera de aquí y no te pueda dar más información.

Rosalinde pidió que le llevasen ante la familia Du Roi y casi le da un vuelco el corazón cuando contempló lo que la pequeña Fleur de Rommier le había narrado, se había imaginado la escena, pero ver  un translúcido y grandioso rosal le oscureció el corazón. Lo peor de todo era que Rosalinde no sabía nada que hacer para sacarles del trance, todos los día iba a visitarles y lentamente miraba su inusitada y continua disolvencia, cuando la conclusión del estío se acercaba y antes de ponerse a hibernar fue a verles y dándoles un beso se despidió de ellos, esperando encontrarles aún al llegar la primavera. 

Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013  


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domingo, 28 de abril de 2013

ATTENTE D'AVRIL Capítulo 2 (Cuento de Primavera)




Capítulo 2
La instauración del falso invierno

Rosalinde se sentía desolada, no solamente todo a su alrededor estaba cubierto de nieve, si no que además durante su largo caminar no se había topado con nadie conocido, todo el jardín se encontraba aún en estado de hibernación y mientras el tiempo no cambiara, parecía que todo permanecería así.

Pasaron las horas y ella se encontraba agotada, en sus largas correrías por la campiña jamás había caminado tanto de una sola vez, o tal vez sería que lo imaginaba y lo que actualmente acontecía era que los caminos en esa soledad le parecían más largos y difíciles de recorrer. El sol empezaba a declinar, en su afán de encontrar algo que le explicara la situación o al menos encontrara una cara conocida no había ingerido bocado y empezó a sentir que su cuerpo necesitaba agua desesperadamente y emprendió el camino de regreso a casa, lo más velozmente posible que sus fuerzas le permitieron.

A medida que oscurecía y su radar biológico se acostumbraba a los nuevos parajes, ubicándose en la mejor situación para encontrar su hogar, pequeños copos de nieve empezaban a caer y según avanzaba en su trayecto, éstos también crecían en tamaño y copiosidad, así que apresuró el paso lo más que pudo. Le costó entrar en su casa, la entrada ya no tenía escarcha, una mullida alfombra de nieve ahora la empezaba a cubrir.

¡Tenía que hacer algo! Si la vencía el cansancio y se adentraba ahora en su casa para descansar, muy pronto la entrada a ésta estaría totalmente cubierta de nieve y ella quedaría ahí atrapada.

Rápidamente fue a un costado del garaje donde tenía los aperos para cuidar el jardín y tomando su mejor pala fue quitando la nieve  y después subió al balcón y tendió en diagonal hasta el suelo una especie de carpa con tela apara hacer paracaídas, la cual le había sobrado la primavera pasada, cuando a ellas y a todas sus compañeras se les había ocurrido la grandiosa idea de lanzarse desde el risco más alto de la colina en graciosos y coloridos paracaídas. ¡Fue algo maravilloso y divertido!, ese día hubo por aquellos lares una hermosa lluvia de flores adornada con los colores festivos de los paracaídas, una ocasión que de seguro ninguno de los habitantes de ese lugar olvidaría.

Rosalinde despidió por un momento sus recuerdos y terminó de elaborar su carpa, sobre la cual ahora caerían y resbalarían los copos de nieve y con ello dejaba así libre la puerta de entrada, se aprestó a adentrarse en su cálido hogar, al hacerlo pensó que era una gran bendición que su prima Edelweiss le hubiese regalado aquel hermoso gorrito que contenía ahora sus pétalos, porque durante las últimas horas éstos tendían a cerrarse.

Tomó una pequeña jarrita de agua, con facilidad encendió la chimenea y cambió sus ropajes, nuevamente se vistió con su indumentaria de noche invernal y quitándose el frío del alma y el cuerpo, se arrellanó en su lecho, entrando en un pausado y suave sueño. Cuando llegó a la fase rem en lo más profundo de su sueño le pareció escuchar una risa, que más que sonora era estridente y esta empezaba a colarse por todos los espacios del jardín. Veía vientos conocidos que contra su voluntad, se agolpaban contra lo que se atravesase en su camino, como si estuviesen iracundos o enfadados.

Lentamente entre ventiscas y horrorosos resoplidos elaborados de cristales multiformes de copos de nieve, le pareció percibir una figura, la cual iba adquiriendo poco a poco la forma de un joven atlético y poderoso de gran estatura de blanca y gélida piel, cubierto con una especie de túnica griega, en su mano derecha portaba un poderoso y plateado cayado, sus largos cabellos estaban compuestos por miles de estalactitas y cada paso que daba todo se iba transformando en masas multiformes de nieve. De pronto la risa se hacía más franca y estridente y Rosalinde pudo apreciar su perfecta y blanca dentadura de hielo.

La risa crecía y crecía y Rosalinde sin remedio despertó, se incorporó sobre el lecho, pero un momento… aunque estaba despierta, la risa estaba ahí audible pero no tan sonora, ahora se escuchaba más tenuemente, las sonoras voces de los vientos, sin querer, la camuflaban, ¿parecía algo fortuito o realmente estaba agazapada en ellos? Pero Rosalinde la escuchaba, ahí en un decibel casi imperceptible. De sus ojos y su pequeño corazón salieron lágrimas de desolación y tristeza, de acuerdo a lo que contaban antiguas leyendas, esa risa no significaba otra cosa que la eterna instauración del invierno.

Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013 


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sábado, 27 de abril de 2013

ATTENTE D'AVRIL Capítulo 1 (Cuento de Primavera)





A Marité, la dama enamorada de las flores y del mes de abril.

Capítulo 1
Un marzo sin primavera

Le Fleur Rosalinde tenía un reloj instaurado en su interior, no precisaba de uno de pulsera, ni del hermoso y antiguo reloj que su abuela le había legado ni tampoco el hermoso cucú que con tanto celo le había traído de la Selva Negra su prima Edelweiss que residía en Hof Baviera.

Se despertaba cada mañana al mismo tiempo que aparecía el rayo de sol correspondiente a las siete de la mañana, cuando la primavera aparecía, ella empezaba a abrir sus pétalos poco a poco, tomaba su consabida ducha de rocío matinal y luego de elegir el mejor vestido y complementos que siempre iban a juego con su morfología salía a disfrutar del jardín y de la compañía de todas sus floridas compañeras.

Pero esta vez el despertar no era el del día a día, era un desperezarse de un período profundo al que se sometían todas las de su especie, un botánico estado de rigurosa hibernación que iniciaba con la emigración del estío y que siempre concluía ante el  inminente paso de la primavera.

Así que Rosalinde empezó a salir como de un profundo letargo y sus bostezos y estiramientos eran más lentos y prolongados que en las anteriores ocasiones, algo dentro como una interna vocecilla, la invitaba a seguir durmiendo. Con sus ojos aún cerrados imaginó el delicioso aluvión de frescura de gotas de rocío que en breves instantes tomaría, se veía lavando y guardando su pijamita de suave tersura y abrigadora sensación.

Se quitó su gorrito y sus pétalos se desparramaron en desorden iba acomodarlos cuando percibió de inmediato que algo raro pasaba, pues se le helaron sus pequeñas orejitas, de inmediato se lo colocó de nuevo y lentamente empezó a abrir los ojos, ¿se había equivocado su reloj biológico?, por su ventana no entraban los silentes rayos que siempre acompañaban su despertar, todo era penumbra y frío.

Intentó levantarse de prisa, pisando el suave suelo de caoba que siempre tocaban sus plantas sin cuidado y… ¡Oh!!!!!, ¡casi se le congelan los pies, estaba helado!  Se calzó sorprendida sus pequeñas pantuflas que solo utilizaba cuando se preparaba para entrar en su lecho, en su período de floral hibernación y se apeó de la cama.

Rápidamente revisó todos los relojes a su alcance, de cuerda o digitales, no se equivocaba, era la hora precisa de despertar de un 21 de marzo y sin embargo todo parecía señalar que el invierno aún no se había retirado.

Buscó en sus armarios, vestimentas que Edelweiss le había regalado y que jamás había tenido que usar. Contra todo propósito tomó una ducha de uso corriente de agua tibia  y entre las gotas que caían sobre su rostro percibió que algunas lágrimas se le escapaban por el rabillo de los ojos. Su corazón le indicaba que algo iba mal y aunque intentaba tomar las cosas lo  más naturalmente posible, ella sabía que no era así. Por lo tanto se vistió, con abrigo, bufanda, guantes, botas y gorrito y después de no sin ciertos problemas pudo abrir la puerta de su pequeñita casa, la entrada estaba invadida por una escarcha blanca y resbaladiza, y del dintel pendían un conjunto asimétrico de carámbanos, cerró cuidadosamente la puerta para que éstos no cayeran sobre ella, y se dispuso a caminar por el paraje que aparecía ante sus ojos.

 Nadie hubiera imaginado que se encontraba en medio de una especie de campiña francesa, cerca de Lyon y Provenza entre el Saona y el Ródano muy cerca de la colina de Four Vière a un lado de la hermosa Guillotièrre. A medida que iba avanzando le costaba cada vez más ubicar por donde paseaba no lograba precisar ni detectar la posición de los senderos y caminos, no podía visualizar a lo lejos, las casas de su compañeras todo estaba desolado. Caminó y caminó durante horas y por más que lo  hacía no avanzaba, parecía dar vueltas en círculo, todo estaba cubierto de nieve.  

Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013


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martes, 23 de abril de 2013

CUESTIONARIO ENTRE ROSAS




A mi adorable marido Toni en el día de Sant Jordi

Un día llegaste a mí
enviando rosas de lejos,
viajando por ultramar
hasta anidar en mi pecho.

¿Cuánto había esperado yo
ese gallardo doncel,
que con sus dádivas rojas
me confesara su amor?

¿Cómo podría imaginar
qué un 23 de abril
arribaría por fin
mi deseo tan añorado?

¿Qué Sant Jordi paladín
junto a una rosa y espiga
adornadas con senyera
me haría justicia al fin?

¿Dónde se forjó esa idea
de que yo princesa era,
recluida y prisionera
en las garras de un dragón?

¿Cuándo podría soñar
con esta historia genial,
el cuento de las princesas
convertido en realidad?

¿Quién me iba a decir a mi
que esta flor tan preferida,
danzaría junto a mi
la melodía de mi vida?

Yolanda de la Colina Flores
23 de abril del 2013



QÜESTIONARI ENTRE ROSES

Al meu adorable marit Toni en el dia de Sant Jordi

Un dia vas arribar a mi
enviant roses des de lluny,
viatjant per ultramar
fins a niar en el meu pit.

Quant havia esperat jo
aquest aposto noiet,
que amb els seus obsequis vermelles
em confessés el seu amor?

Com podria imaginar
què un 23 d'abril
arribaria per fi
el meu desig tan enyorat?

Què Sant Jordi paladí
al costat d'una rosa i espiga
adornades amb senyera
em faria justícia per fi?

On es va forjar aquesta idea
que jo princesa era,
reclosa i presonera
en les arpes d'un drac?

Quan podria somiar
amb aquesta història genial,
el conte de les princeses
convertit en realitat?

Qui m'anava dir a mi
que aquesta la meva flor tan preferida,
dansaria al meu costat
la melodia de la meva vida?

Yolanda de la Colina Flores
23 d'abril del 2013




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lunes, 22 de abril de 2013

ONDINE FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)

 

Como  buena hija de Odín,
es la hada de los océanos
y emerge de entre las olas,
con alas hechas de espuma.

Mientras le besa la cara
el aire y brisas playeras,
su húmeda cabellera,
flota surcando los cielos.

Le fascinan los galeones
y viejos barcos de antaño,
los que suele visitar
sumergiéndose en los mares.

Porque ella cuida tesoros
de los míticos galeones,
que se han hundido en el mar,
encallando en el océano.

Mientras el hombre descubre
estos hundidos tesoros,
ella juega con las perlas
entre joyas y doblones.

Por que dice la leyenda
que las misteriosas perlas,
al darlas al ser amado
consigues su amor eterno.

Sea verdad o sea mentira
la viejísima leyenda,
a ella le gusta creer
en los amores eternos.

Porque se sabe ese dicho
que alguien le dijo al oído:
Quien cree en el amor eterno,
posee el tesoro más bello.

Yolanda de la Colina Flores
31 de octubre del 2012
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domingo, 21 de abril de 2013

OIRAÁ FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)

 

Esta hada y también princesa,
en Brasil suele habitar
y danza sobre las aguas,
al ritmo de sus caderas.

Con sus giros envolventes
a todos suele atraer,
cual libélula traviesa,
parece andar sobre el mar.

Y ella baila capoeira,
chula, forró y funk carioca,
axé, frevo con lambada
y por supuesto la samba.

Pues es maestra de danza
y enseña a todas las hadas,
cualquier ritmo que requieran
para bailar en las fiestas.

Su sangre afrobrasileña
le recorre por las venas,
aunque su piel sea lechosa,
en su cuerpo hay notas negras.

Como le gusta el reggae,
con energía positiva
se lanza sobre la pista,
con las notas de un axé.

Dando saltos y piruetas
ella baila capoeira,
y así ejercita su cuerpo,
entre giros y entre vuelcos.

Y aunque el chula
es baile de hombres,
no acepta las restricciones
y sobre la lanza ella danza.

Cuando se encuentra exultante,
ella mezcla varios ritmos
y eclosiona en una danza,
de un inquietante forró.

Y cuando va a Pernambuco
nunca le habrá de faltar,
un frevo en efervescencia
de bamboleantes caderas.

Y es también muy hip-hopera,
pero es fiel a su país,
por ello se baila un hip-hop:
funk carioca brasileiro.

Pero asimismo es sensual,
por ello baila lambada,
brasileño latigazo,
lleno de sensualidad.

Y con baile sincopado,
danza con lúdicos ritmos,
una samba popular
con africanos sonidos.

Porque se sabe ese dicho,
que le dieron sus ancestros:
Si bailas de corazón,
tu vida es una canción.

Yolanda de la Colina Flores
31 de octubre del 2012

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sábado, 20 de abril de 2013

DORIDÉ FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)



Mas de doscientas hermanas
posee esta hada princesa,
con ella suman trescientas
de Tetis y Océano son hijas.

Es una madre ejemplar
aunque sea tan jovencita,
pues tiene cincuenta hijitas
a quienes nombran nereidas.

Esta dinámica oceánica,
se embeleza con las playas,
donde rompen las olitas
muy plácida suele estar.

Con la espuma de las olas,
ella enjuga su carita
y se entretiene jugando
con las olitas del mar.

Ella fabrica castillos
con la arenita del mar
y se monta sus historias,
sobre princesas y el mar.

Así se le van las horas
elaborando castillos,
que se suelen derrumbar
cuando el mar besa la arena.

Tendida sobre la arena
paciente espera el ocaso,
observando como el sol
besa a su más grande amor.

Y así se cumple ese dicho,
que se conoce en el mar:
Hay muestras de amor y paz,
entre la playa y el mar.

Yolanda de la Colina Flores
30 de octubre del 2012

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viernes, 19 de abril de 2013

NYMPH FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)



Las nombradas nymph o ninfas,
son deidades femeninas,
de divinidades hijas
y por ellas protegidas.

Cada una tiene un nombre
de acuerdo a su actividad,
Melíade, Náyade o Nereida,
por sólo algunas nombrar.

Estas haditas princesas
tienen trabajo a rabiar,
protectoras de las artes
alguien las quiso nombrar.

De gran sensibilidad
amantes son de la música,
todas tocan algún instrumento,
su mundo es un musical.

Algunas de estas haditas
en musas se convirtieron,
cuando han estado en peligro
otra cosa se volvieron.

Entonces se tornan aves,
fuentes, árboles o estrellas,
un ejemplo singular
las pléyades son sin dudar.

Tienen miles de hábitats,
donde hacen gala de dotes
y se montan un concierto
que inunda todos los bosques.

Porque se saben un dicho,
que cumplen a pie juntillas:
“Si tocas con muy buen ritmo,
todos bailan de puntillas”.

Yolanda de la Colina Flores
29 de octubre del 2012

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jueves, 18 de abril de 2013

NEREIDA FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)



Hadita de piel muy blanca,
que aunque no es inmortal,
tiene gran longevidad,
aunque jamás se envejezca.

Es tranquila y apacible
la mayoría del tiempo,
pero hay ciertas ocasiones
en que pierde los papeles.

Le enfurece que la vean
tomando baños de sol,
cuando juega con las olas
o danzando entre delfines.

Si su paz es perturbada,
igual que temible mar
arma cada remolino,
con olas de inmensidad.

Mas pronto ella se recupera
y recobra su ternura,
transformándose en espuma,
con la que besa la mar.

Como siempre se acompaña
de sus amigos delfines,
si los ves entre los mares,
quizás a Nereida verás.

Mas te aconsejo que cuides,
que no sepa que la observas,
pues si se llega a dar cuenta,
seguro te empapará.

Y aquí nos queda ese dicho,
que hace juego con la mar:
“Quien no controla el carácter,
es cambiante como el mar”.

Yolanda de la Colina Flores
28 de octubre del 2012

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martes, 16 de abril de 2013

NÁYADE FAIRY PRINCESS (Serie Water Fairies Princess de las princesas de fábula del Mundo de las Hadas)



Hija de divinidades
que habitan en cada río,
la han nombrado protectora,
de fuentes, lagos y ríos.

Por si tú no lo sabías
toda fuente que se aprecie,
para sí tiene una Náyade
que le cuida noche y día.

Difícil es que las veas,
porque son diminutivas
y vuelan cual colibrí,
agitando sus alitas.

Visten de muchos colores
de acuerdo al medio ambiental,
ellas suelen combinar
con las flores del lugar.

Entusiastas son del baile,
de la música y el canto
y hacen demostraciones
de las dotes que poseen.

Poseen facultades de cura
y de profetas también,
y aunque no son sirenitas
bajo el agua respiran muy bien.

 Son muy buenas curanderas
por ello en las aguas termales,
en jacuzzis o balnearios,
también viven las princesas.

Y te curan las dolencias,
del cuerpo y el corazón,
y alegran todas las fuentes
que se encuentre en función.

Por ello hay que procurar
mantenerlas vivas siempre,
para que así estas haditas,
nos vengan a visitar.

Porque por ahí reza un dicho
que no sé donde escuché,
las fuentes de agua dan vida
a quien vaya ahí a morar.

Yolanda de la Colina Flores
27 de octubre del 2012

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