martes, 30 de abril de 2013

ATTENTE D'AVRIL Capítulo 4 (Cuento de Primavera)


 

Capítulo 4

Los consejos de una sabia

El murmullo de la risa gélida no permitía a Rosalinde dormir, tenía un sueño ya de por si ligero,  pero ahora parecía divagar en una especie de pesadillas continuadas, en su mente iba a visitar a la familia Du Roi y ya no le encontraba más, ¿había desaparecido para siempre?, ¿era su misión encontrarles, despertarles y traerles de nuevo?, y si éste era el caso, ¿cómo podría lograrlo?, que pasaba que no llegaba la primavera, sueños desolados plagados de gélidos paisajes aparecían en sus sueños y de pronto una luz emergió de entre ellos, acompañada de una rara y desconocida sinfonía, las notas iban acompañadas de una canción, pero esta sólo repetía, en una forma que parecía infinita, un nombre: Le Fleur Impériale Zinnia.

Despertó sobresaltada y con prisa tomó la pequeña agenda que su tía le había proporcionado para cualquier emergencia y ¡ahí estaba!, Le Fleur Impériale Zinnia…, pero no indicaba ningún teléfono, de todas formas ya lo había comprobado con anterioridad y la línea telefónica no funcionaba,  solo podía leerse una dirección Rue des parfums numéro neuf, Jardin des Plantes de Grasse. Repitió las acciones del día anterior y aunque aún era madrugada salió de su casa, dispuesta a encontrar a la desconocida fleur impériale. No sabía cuanto había caminado, ni en tiempo ni en distancia, por lo menos ahora llevaba una brújula que le permitía orientarse y sabía que iba en la dirección correcta, pero con tanta nieve por doquier no sabía si podría identificar la calle y el número que buscaba. Sabía que su especie tenía gran resistencia a las heladas y aunque iba perfectamente abrigada, le dolían los dedos de las manos y los de los pies casi podía decir que ya no los sentía. Sus mejillas habían rebasado el clásico bronceado del sol, los reflejos que sobre la nieve este provocaba le había producido el nacimiento de pequeñas y casi imperceptibles laceraciones a su rostro, que aunque no se veían se sentían y dolían, ¡vaya si dolían!

De pronto cuando ya se sentía desfallecer a lo lejos divisó una pequeña estela de humo como emergiendo de una lejana chimenea, sonrió y aunque estaba desfallecida, adquirió nuevo vigor y aceleró el paso, llegó hasta una casa, casi cubierta por completo por la nieve de la cual solo se visualizaba una hermosa puerta verde de madera bruñida, se acercó y al pararse frente a ella para tocar, ésta de repente se abrió de forma automática, de su interior escuchó una voz que le decía:-Adelante te estaba esperando.-

Cuando entró las primeras palabras que le recibieron fueron: -Bienvenue jeune guerrier - Rosalinde no pudo menos que hacer un gesto de extrañeza pero la dama que decía estas palabras no hacía más que inspirarle paz y una inusitada confianza. Tenía ante si una flor que parecía compuesta de varias flores una hermosa corola naranja adornaba su cabeza de la cual pendían hermosos pistilos dorados y entre los pétalos asomaba un rostro tierno y suave con una inconmensurable sonrisa que daba tranquilidad a su alma.

Como ya sabrás soy Madame Le Fleur Impériale Zinnia, y hace tiempo que esperaba tu llegada, tengo el placer de decirte que  seré tu guía en esta encomienda que te ha legado tu familia, es una historia que yo sé te interesará saber y que seguramente eliminará muchas de las dudas que ahora tienes. Tenía todo dispuesto para una buena cena y Rosalinde no se negó a aceptar su invitación, durante ese lapso de tiempo no se dijeron nada simplemente intercambiaron sonrisas y dulces miradas.

Una vez que concluyeron, frente a una tacita de té la anfitriona comentó a su invitada:  Es tiempo de disipar dudas mon cher ami y no pienso mantenerte por más tiempo en esta incertidumbre, como sabrás tu familia pertenece a una raza de rosas muy especial, tienen muchos atributos, pero entre ellos está el de soportar muy bajas temperaturas y el sobrevivir a grandes heladas, pues hace mucho tiempo, tu arrière-arrière grand-mère, cuando era muy joven, se atrevió a retar al invierno a permanecer sin hibernar hasta que apareciese de nuevo la primavera, ya había probado que podía hacerlo venciendo al otoño y su arrogancia le llevó a probarlo con el duro invierno, éste aceptó el reto y parecía haber vencido pues tu arrière-arrière grand-mère; estaba tan desfallecida que bien podría pasar por muerta, pero no fue así. Cuando llegó la primavera y la pusieron en su cajita transparente para ponerla al centro del jardín a fin de que todos se despidieran de ella, de pronto poco a poco fue tomando color y volvió a reverdecer y a tener nuevos botones.

Todo habría acabado ahí, si tu arrière-arrière grand-mère, se hubiera enfrentado al verdadero invierno, pero en realidad se enfrentó a uno totalmente falso, era un espíritu emanado de una borrasca siberiana, generado por un mal estornudo del viento, al verse con vida, se apartó de su creador y ha querido dominar al mundo por cuenta propia, alterando el orden natural y tratando de sacar de sus casillas a las almas más férreas y encantadoras, llevándolas a enlazarse en una serie de contiendas de las que muy pocos sobreviven. Cuando el falso invierno se vio vencido trató de arremeter contra ella y aniquilarla de un vez, pero la primavera ya estaba instaurada y todas las estaciones por largo tiempo lo mantuvieron alejando no permitiéndole la entrada. Desgraciadamente debido a los abusos del hombre en la tierra, hay huecos en la capa de ozono que cubre nuestra amada tierra, el deterioro de nuestro gran depurador del aire y filtro de los rayos ultravioleta, ha provocado cambios climáticos y entre estas perturbaciones justo entre la salida del invierno y la entrada de la primavera se ha colado esta criatura y no ha habido manera de alejarla, ni mucho menos extinguirla.

Cuenta la leyenda que narraba tu arrière-arrière grand-mère, que el falso invierno prometió volver e instaurarse para siempre y destruir a todas las de su especie y a todo ser que se le pareciera, ella lloró y lloró suplicando al cielo y la tierra le perdonase la soberbia que les había llevado a tal situación, sus ruegos parecían imposibles de complacer, sin embargo la madre tierra y el padre cielo se compadecieron de ella y le dijeron que dentro de su familia nacería una, 
,petit guerrier, la cual tendría la capacidad de enfrentarse al falso invierno, pero la tarea no sería fácil, tendría que deponer su orgullo característico que genéticamente poseía, volverse humilde y aprender a valorar lo que los otros poseen, entender como podrían utilizarse esos atributos y realizar con ellos una estrategia para combatir y al fin derrotar al falso invierno. Me temo ma chère Rosalinde que tú eres esa petit guerrier.

Rosalinde se quedó perpleja como en un estado de trance, mientras Madame Fleur Impériale Zinnia, se adentró en sus habitaciones y al poco rato regresó ataviada en una forma muy similar a Rosalinde, finalmente, sacando a Rosalinde de sus pensamientos, le dijo, vamos chica el tiempo apremia, antes que se desvanezca el sol debo indicarte hacia donde deberás dirigirte antes de iniciar tu lucha final, una vez te lo haya señalado, regresaremos y te indicaré la forma en que deberán tú y tus compañeras librar esa batalla, Rosalinde hizo una cara de extrañeza, pero Madame Fleur Impériale Zinnia, disipó de su mente cualquier pregunta, poniendo un dedo sobre sus labios y luego indicándole la salida. El sol ya se estaba poniendo y se distinguía poco en aquel paraje tan sombrío, sin embargo el dedo de Madame Fleur Impériale Zinnia señalaba un lugar sobre una alta montaña de donde emergía un pequeño haz de luz, ella le indicó con suaves palabras: -Esa es la Montagne de Sainte Victoire y de donde emana esa luz es la casa de Le Fleur du Solei, a quien debes buscar y despertar, pues es ella quien te dará una de las armas más poderosas para combatir el falso invierno, pero no solo a ella tendrás que despertar; y ahora acércate que lo que ahora te tengo que decir, debo hacerlo en voz muy baja para que sólo tú lo escuches y aquí afuera hay muchos oídos- después de un largo rato de cuchichearle una serie de instrucciones continuó, -Ahora entremos que me estoy empezando a sentir mal, yo no tengo tu resistencia.-

Entraron de nuevo a su casa y ahí cubierta por un montón de edredones Madame Fleur Impériale Zinnia continuó, sé que te costará llegar hasta la cima de esa montaña, pero sé que lo lograrás, lo importante aquí es que hasta sus faldas deberás ir acompañada de cuantas compañeras puedas conseguir, y esto no es lo difícil ya que para llevarlas contigo, primero deberás despertarlas, convencerlas y al final deberás disuadirlas de que combatan contigo, sin ninguna prenda que no sea de vuestra naturaleza, lo que quiero decir con ello es que deberán combatir al malandrín sin ningún tipo de vestimenta que no pueda usarse en primavera. Ahora, he dispuesto para ti una regia cama, mañana deberás partir al alba a buscar a tus compañeras, por lo pronto duerme y descansa chère fille, demain sera un autre jour, bonne nuit.- Rosalinde obedeció sin rechistar aún no alcanzaba a dilucidar si era real lo que vivía o si se encontraba en un extraño sueño.

Yolanda de la Colina Flores
Primavera del 2013

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